martes, 1 de noviembre de 2011

MECHON DE CABELLO

Después de regresar de la luna, a Neil Armstrong solían asediarlo los medios de comunicación. Procurando mayor privacidad, se mudó con su familia a una pequeña ciudad. Sin embargo, la notoriedad fue una molestia aun allí. 
Su peluquero descubrió que la gente pagaría buen dinero por un mechón de cabello de su cliente.Entonces, después de cortarle varias veces el pelo al héroe del espacio, ¡le vendió los mechones a un comprador por $3,000 dólares! Armstrong quedo abrumado ante la deslealtad del peluquero.
Las Escrituras (La Santa Biblia) relatan otra historia de deslealtad y de corte de cabello.
Como símbolo de que Dios había llamado a Sansón para ser nazareo, no debía cortarse nunca el cabello (Jueces 13:5). Cuando el Espíritu de Dios vino sobre El, obtuvo una fuerza sobrenatural para vencer a sus enemigos (Jueces 15:14).
Los filisteos quisieron dominarlo; entonces, contrataron a Dalila, una mujer relacionada con Sansón, para que averiguara el secreto de su fuerza.
De manera insensata, El le contó que perdería su poder si le cortaban el cabello. Ella lo arrulló para que se durmiera e hizo que lo raparan. (Jueces 16:5,19).
La codicia puede inducirnos a ser desleales a los demás y a Dios, y a tomar decisiones pecaminosas. Deberíamos desear exhibir un corazón plenamente consagrado a amar a Dios y a la gente.
El Señor muestra su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con El. (Crónicas 16:9)
Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con El. (2 Crónicas 16:9).
 La lealtad es la prueba del amor verdadero.
 P.D.: Tomado de Nuestro Pan Diario, Octubre 27 del 2010. Aporte de Muñante Cesar.

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