Caminaba
con mi padre cuando él se detuvo en una curva y después de un pequeño silencio
me preguntó:
Además
del cantar de los pájaros, ¿escuchas alguna cosa más? Agudicé mis oídos
y algunos segundos después le respondí: Estoy escuchando el ruido de una
carreta. Eso es -dijo mi padre-. Es una carreta vacía. Pregunté a mi
padre: ¿Cómo sabes que es una carreta vacía, si aún no la vemos?
Entonces
mi padre respondió: Es muy fácil saber cuándo una carreta está vacía, por
causa del ruido. Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace.
Me
convertí en adulto y hasta hoy cuando veo a una persona hablando demasiado,
interrumpiendo la conversación de todos, siendo inoportuna o violenta,
presumiendo de lo que tiene, sintiéndose prepotente y haciendo de menos a la
gente, tengo la impresión de oír la voz de mi padre diciendo:
“Cuanto
más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace”
La humildad consiste en
callar nuestras virtudes y permitirle a los demás descubrirlas.
Y recuerden que existen personas tan pobres que lo único que tienen es dinero. Y nadie está más vacío que aquel que está lleno de sí mismo.
Y recuerden que existen personas tan pobres que lo único que tienen es dinero. Y nadie está más vacío que aquel que está lleno de sí mismo.
Mateo
6:6 “Mas tú, cuando oras, éntrate en tu cámara, y cerrada tu puerta, ora á tu
Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en secreto, te recompensará en
público.”