El ser humano no nace con un destino. No tiene una personalidad innata. A lo largo de la vida aprende una forma de ser, de actuar, de pensar, y todo ello va a ser consecuencia, entre otras cosas, de los refuerzos positivos y negativos que recibe, de los castigos, de lo que observa en los demás y muy importantes: de sus propias decisiones. Es decir, se educa desde la autenticidad de su ser, aprende de sus errores; se enriquece a través de la interacción con los demás.
Adolescencia proviene del latín adolecere que significa "crecer" o "desarrollarse hacia la madurez". Es un momento vital en el que se suceden cambios que afectan a todos los aspectos fundamentales de una persona. Es una época conflictiva de grandes cambios porque en ellas se dan una serie de duelos:
1. El duelo con el propio cuerpo: el cuerpo de niño desaparece y se produce un crecimiento acelerado y asincrónico, lleva al individuo a pasarse horas frente al espejo para reconocerse en esa nueva imagen.
2. La búsqueda de la autonomía, manifestada por el deseo de abandonar de una vez el universo de la infancia, con sus condicionantes, "yo ya soy grande"; pero por el otro lado se presenta el deseo de protección. Surge a raíz de lo planteado la lucha de los "permisos" para algunas cosas y la dependencia para otras.
3. La afirmación de la identidad: Es la época de descubrir sus propios espacios, encontrarse consigo mismo, nuevas energías, emociones. La afirmación de la identidad y la autonomía son imprescindibles para que las personas consigan adaptarse a los cambios, situaciones nuevas con límites adecuados. Identidad, significa que tome conciencia de su propio valor, de su rasgo distintivo, lo que le hace diferente a los demás a pesar de estar íntimamente relacionados con otros.
¿Cómo educar a un hijo adolescente? Tarea complicada, pero no imposible, que requiere mucho esfuerzo y participación de los padres. El primer paso y más importante para educar adecuadamente a hijos adolescentes, es ayudar a conocerse a sí mismos.
Ayudar a los adolescentes a conocerse
La adolescencia es la etapa de la vida en la que el joven aspira y se esfuerza por saber quién es y quién quiere ser. Es la etapa, en la que quiere conocerse a sí mismo, proyectar y elaborar los ideales de vida para el futuro. Para eso los padres deben ayudar a los hijos adolescentes a tener actitudes positivas de simpatía, de aceptación, aprobación, apoyo, estima y respeto, tanto como para que el adolescente construya una imagen sana y positiva de sí mismo, y esta valoración favorecerá su desarrollo personal y autoestima. Las críticas desmedidas, las palabras feas, el hastío de los padres no ayudaran al desarrollo del adolescente, al contrario aumentarán la confusión de sus pensamientos y actitudes. Es indispensable que los padres ayuden a los hijos adolescentes a desarrollar una conciencia crítica y reflexiva para que ellos puedan observarse y a conocer sus intereses, talentos, sus fortalezas y carencias para aprovechar lo bueno, superar lo malo y desarrollar sus potencialidades.
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