En
los momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el
conocimiento. Albert Einstein
Para
nadie es un secreto que la palabra más escuchada en este tiempo es crisis.
Constantemente los medios nos bombardean con la crisis financiera, alimentaria,
inmobiliaria, ambiental; el asunto es que la crisis no termina allí sino que
trasciende en los hogares, y tenemos crisis en las familias, divorcios,
familias disfuncionales, rebelión de los hijos, infidelidad y otros problemas.
Paseándome en la historia me encuentro que hubo una época donde hubo una gran
crisis que vivió el pueblo de Israel, resulta que el Rey de Egipto había
ordenado la muerte de todos los niños israelitas. Esta medida
produjo temor, miedo y ansiedad en todos los padres israelitas pero la biblia
enseña que los padres de Moisés no tuvieron miedo y confiaron en Dios. Los
padres de Moisés confiaron en Dios y, por eso, cuando Moisés nació, lo
escondieron durante tres meses. El rey de Egipto había ordenado que se matara a
todos los niños israelitas, pero ellos vieron que Moisés era un niño hermoso y
no tuvieron miedo, porque confiaban en Dios. Hebreos 11:23
Es
probable que tú estés atravesando una gran crisis hoy, estés lleno de susto
pensando cómo salir del problema o pensando tal vez ¿Cómo me metí en este
asunto? Y de seguro sientes que el rey de Egipto ha ordenado tu muerte y
quisieras retroceder tu vida para no pasar por lo que estás pasando. ¿Qué
podemos aprender de los padres de Moisés? Ellos confiaron en Dios, aunque
habían escuchado muchas veces voces de miedo, ellos se llenaron de fe y
salvaron a Moisés. ¿Sabes lo que el miedo y la fe tienen en común? Un futuro
que no ha llegado. El miedo cree en un futuro negativo. La fe cree en un futuro
positivo. Ambos creen en algo que todavía no ha sucedido. Por tanto, pregunto:
¿Por qué no elegir a creer en un futuro positivo? ¿Por qué dejar que el miedo
sabotee tu alegría y el éxito? Creo que durante estos tiempos difíciles tenemos
que elegir entre dos caminos. El camino positivo y el camino negativo. Y
nuestra vida no puede estar en dos caminos al mismo tiempo. Así que tenemos que
hacer una elección y esta elección determina nuestra convicción sobre el
futuro, y la actitud y las acciones que llevamos a la actualidad. Mi elección
va a determinar mi futuro, la voz que yo estoy escuchando me puede
llevar al fracaso o al éxito.
Hay
una historia de un hombre que vivía a la orilla de un camino y vendía panchos
calientes. No tenía radio, ni televisión, no leía periódico, ni sabía nada de
Internet; pero hacía y vendía buenos panchos calientes. Solo se preocupaba por
la divulgación de su negocio y colocaba cartelones de propaganda por el camino;
ofrecía sus productos en voz alta y el pueblo le compraba. Las ventas fueron
aumentando y por eso empezó a comprar el mejor pan y las mejores salchichas.
También le fue necesario comprar un carrito más grande para atender a la
creciente clientela porque el negocio prosperaba. Sus panchos calientes eran
los mejores de la región. Venciendo su situación económica pudo pagar una buena
educación a su hijo, quien fue creciendo y fue a estudiar economía en la mejor
universidad del país. Finalmente,
su hijo ya graduado con honores, volvió a casa y notó que el papá continuaba
con la misma vida de siempre y tuvo una seria conversación con él: “Papá usted
no escucha la radio, usted no ve televisión, usted no lee los periódicos, usted
ni sabe de Internet. Hay una gran crisis en el mundo y la situación de nuestro
país es crítica. El que no se mueva va a quebrar”. Después de escuchar las
consideraciones de su hijo estudiado, el padre pensó: “Si mi hijo es
economista, lee periódicos, ve televisión, sabe de Internet, entonces solo
puede tener la razón….” Con miedo de la crisis, el viejo busco el pan más
barato (más malo) y comenzó a comprar las salchichas más baratas (las peores) y
para economizar dejó de hacer sus cartelones de propaganda. Abatido
por la noticia de la crisis ya no ofrecía sus productos en voz alta. Tomadas
todas esas preocupaciones, las ventas comenzaron a caer y fueron cayendo y
cayendo y llegaron a niveles insostenibles, hasta que el negocio de panchos
calientes del viejo que antes generaba recursos hasta para que el hijo
estudiara economía, quebró. Entonces
el padre muy triste, se dirigió a su hijo con estas palabras: “Hijo, tenías
razón, estamos en medio de una gran crisis” y le comentó orgulloso a sus
amigos: “Bendita sea la hora que envié a mi hijo a estudiar economía; el me
avisó de la crisis… Si no hubiera sido por él, quién sabe qué hubiera pasado.” Puede
ver que nuestras elecciones determinan nuestro destino, este hombre decidió
comportarse con un espíritu recesivo, conformista y perdió. En temporada
de crisis no hay que dejarse vencer por el miedo hay que ser creativos
como los padres de Moisés que se prepararon y lo llevaron a ser príncipe de
Egipto. No llenes tu mente de pensamientos negativos, no te auto limites, no
caigas en pánico, llénate de fe y esperanza. “Si
piensas que tus problemas tienen solución estás en lo cierto, pero si piensas
que no tienen solución también lo estás.” Es tiempo de levantarte como David
para vencer al gigante Goliath que se levanta en contra de tu vida, tu
matrimonio, tus finanzas, tus negocios o cualquier otro gigante que produzca
crisis. Confía en Dios, Él es el único que puede darte la victoria. No te dejes
llevar por las crisis, pues no duran para siempre, ellas son las oportunidades para
aprender y crecer.
Hoy
es el mejor día para desarrollar tu imaginación, creatividad ante las crisis,
comenzar a ver y escuchar oportunidades. Dios tiene grandes cosas para ti, pero
eres tu quien elige seguir en el desierto o entrar a la tierra prometida. (Pedro
Sifontes)