En el recuerdo de que Niño Dios está por llegar a esta tierra
con los brazos abiertos y el corazón en la mano, dispuesto a dar todo por
nosotros, sus hijos; de corazón deseo que esta Navidad les traiga sorpresas muy
agradables y sea de las más felices y todos tengamos la dicha de compartir en
familia la alegría del Señor. No permitamos que el mundo comercial nos aleje de
lo real o del verdadero trasfondo de la Navidad, que es el amor de Dios. Por amor a la humanidad Nuestro Señor, Dios Todopoderoso envía
a su Hijo Jesús, con la misión de salvar o limpiar del pecado a todos sus hijos.
Es decir, Jesús viene al mundo a dar
todo de él, incluso su vida por nosotros, sin esperar de nosotros nada a
cambio. Jesús nace en un pesebre un 25 de diciembre del año uno en absoluta
pobreza material, crece junto a su padre adoptivo San José, ayudando en su
taller de carpintería. A los 33 años un discípulo lo vende por 30 monedas y
otro le niega. Lo toman preso, lo insultan, le escupen, lo flagelan, le ponen
una corona de espinas, le hacen cargar una cruz muy pesada, le abren el costado
con una lanza, lo crucifican y luego muere. Jesús, hijo de Dios, dio su vida por la salvación de la humanidad sin
recibir nada a cambio. Jesús significa “El que salva de los pecados”.
Ahora Jesús nos dice: La
Navidad es Mi cumpleaños. ¿Puedes tomar un momento para Mí, en honor de Mi cumpleaños? ¿Puedes
gastar un minuto para dejar que te diga cuanto Te amo? ¿Puedes parar para
agradecerme por Mi amor, y reflexionar cómo puedes esparcir más amor por el
mundo? Fue el amor por ti que Me trajo a la Tierra hace 2015 años. Fue el amor
el que Me dio ímpetu para caminar por tu mundo y ser uno de los tuyos, para
vivir y morir por ti. El amor fue, y aún es, el centro de Mi existencia. Todo
lo que he hecho ha sido por amor a ti personalmente, y por amor a la humanidad
como un todo. ¡Tú significas mucho para Mí! En esta Navidad, toma tiempo para
amar. Si lo haces, estarás dándome un maravilloso regalo, eso nos dice Jesús.
¿Qué le respondemos? Jesús, te agradezco por el amor que me
has mostrado al venir a la Tierra, al vivir y morir por mí. Quiero celebrar
esta Navidad contigo. Deseo conocerte, recibir Tu amor y Tu regalo de la vida
eterna. Por favor toca mi vida con el amor que Tú tienes para ofrecer, y ayúdame
a compartir ese amor con todos mis hermanos también. ¡FELIZ NAVIDAD Y
VENTUROSO AÑO 2015!
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