Increíble, pero cierto. El domingo 29 de noviembre del año en
curso los directivos de la minera Apumayo SAC reunidos en asamblea con alrededor
de 200 comuneros recibieron el sometimiento tácito de la comunidad campesina de
Chaviña para que sigan explotando las tierras comunales. Ningún dirigente ni
comunero reclamó los daños y perjuicios ocasionados al pueblo con el desborde
del río. Nadie reclamó por la drástica disminución de los aforos de aguas de
regadío debido a los enormes tajos en la cabecera de cuenca. Nadie reclamó
respecto a la contaminación del agua y el medio ambiente. Nadie pregunto porque
Apumayo Sac hasta la fecha no cumple construir el reservorio de agua en Pucarapampa, elaborar el estudio de factibilidad para un canal de regadío del
rio Puchcco a las tierras “reinvidicadas”. Nadie dijo que no permitirían la
ampliación del área de explotación minera al sector Ayahuanca, etc. etc. ¿Qué
está sucediendo?
Según se sabe el “debate” giró alrededor del tema de
responsabilidad social de la minera que reclamó el Alcalde Juan Dimas Morón
López. En efecto, la responsabilidad
social de la minera implica coherencia entre crecimiento económico, equidad social
y cuidado del ambiente en
concordancia con el estado,
con la población del entorno, respetando su cosmovisión, filosofía empresarial
de la empresa y las normas ambientales en vigencia. Los representantes de la
minera confundieron responsabilidad social, con apoyo social y se limitaron a
informar que ayudaron a descolmatar el rio al día siguiente de la inundación
con maquinaria pesada cuyo costo es alrededor de 12 mil dólares por día. Agasajaron
en el día de la madre a las señoras “lavanderas”. Entregaron 150 cajas de
cerveza a la dirigencia comunal para celebrar la Fiesta Patronal. Entregaron
200 bolsas de cemento a la municipalidad. En caja tienen un remanente para compra
de panetones con motivo de la Navidad.
Luego conversaron que con el millón quinientos mil soles de
Canon que tiene Chaviña, se construiría el reservorio “Ccosccohuaycco” (Sector
de Chuñunapampa), probablemente en reemplazo o a cambio del reservorio de Pucarapampa.
Si hacemos un escueto análisis de costo-beneficio, el pretendido reservorio de “Ccosccohuaycco”
no justificaría. No tiene afluentes, por consiguiente no almacenaría casi nada
de agua.
La familia chaviñeja residente en Lima debería salir al
frente. Invoco a la Comisión de apoyo formada en Lima, el 30-10-2015 conjuntamente
con todas las autoridades, que viajen cuanto antes a Chaviña, previamente
solicitando al Presidente de la Comunidad que convoque a una Asamblea Comunal
Extraordinaria, con la finalidad de evitar que nuestro pueblo siga sometiéndose
sin beneficio alguno a una empresa minera que amenaza su propia existencia.
Gracias por su compresión. A su retorno promoverían un conversatorio de análisis
de la problemática recogida y juntos buscaríamos alternativas en defensa de nuestro
pueblo.
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