miércoles, 30 de diciembre de 2009

CAMINO A LA FELICIDAD

Un viejo rabino (maestro) preguntó cierta vez a sus alumnos, cómo podían ellos decir que la noche había terminado y que el día había comenzado. ¿Podría ser –preguntó uno de los alumnos- cuando al ver un animal de lejos, se puede decir si es una oveja o un perro? No, respondió el rabino. Otro preguntó: ¿Es cuando, al ver un árbol de lejos, se puede distinguir entre una higuera y un peral? No, respondió el rabino. Entonces ¿cuándo es?, Preguntaron los alumnos. Es cuando puedes mirar a cualquier hombre o mujer y ver que es tu hermano o tu hermana. Porque si no puedes ver esto, aún es de noche. Al abrir los ojos cada mañana, dígase a sí mismo: ¡Qué maravilloso es estar con vida! Este día me debe ir mucho mejor que ayer. Nunca olvide que usted es el que controla su propia vida, está a cargo de lo que le pase, y es, el único responsable”. Alégrese cuando se dirija a su trabajo. Siéntase feliz de contar con un empleo en estos tiempos de crisis social y económica. Aproveche al máximo sus ratos de ocio. No se siente, ni empiece a flojear, menos beber alcohol, cuando puede estarse divirtiendo o disfrutando de algún pasatiempo provechoso. No se deje agobiar por sus problemas económicos. Para los más de nosotros, que no podemos darnos el lujo de ser extravagantes, sencillamente ahorrar dinero para adquirir un artículo básico puede darnos un sentimiento de gran satisfacción. No se compare con los demás, la gente que lo hace tiende a la melancolía. Sea menos crítico. Acepte sus limitaciones y las de sus amigos. Concéntrese en sus habilidades y en las de ellos. Mejore su sentido de humor. No se tome demasiado en serio, trate de encontrarle el lado humorístico a los momentos de adversidad. Tome su tiempo. No trate de hacer todo a la vez. Sonría más, más a menudo, a más gente. (Del libro EL TUNEL DE LA VIDA)

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