Un homenaje para las mujeres, de todas las edades y nacionalidades, sobre todo para las que contra viento y marea siguen amando, soñando y luchando por un mundo mejor.
Y Dios me hizo mujer,
de pelo largo, ojos,
nariz y boca de mujer.
Con curvas y pliegues
y suaves hondonadas,
y me cavó por dentro,
me hizo un taller de seres humanos.
Tejió delicadamente mis nervios
y balanceó con cuidado
el número de mis hormonas.
Compuso mi sangre
y me inyectó con ella
para que irrigara
todo mi cuerpo;
nacieron así las ideas,
los sueños, el instinto.
Todo lo creó suavemente
a martillazos de soplidos
y taladrazos de amor,
las mil y una cosas que me hacen
mujer todos los días,
por las que me levanto orgullosa
todas las mañanas
y bendigo mi sexo.