jueves, 4 de marzo de 2010

MINEDU SIN PENA NI GLORIA

Se ha iniciado el año escolar 2010, pero lamentablemente con más de lo mismo. Según la directiva para el desarrollo del Año Escolar 2010, aprobado por la resolución Ministerial Nº 0341-2009-ED, el Ministerio de educación ordena que las clases tengan una duración no menor de 40 semanas, disposición que viene de mayo de 1982, con la derogada Ley general de educación 23384. ¿Alguna vez se ha cumplido? ¿Cómo saberlo? ¿El MINEDU supervisa y controla para que se cumpla? La Directiva precisa también que en las instituciones educativas de Educación Inicial el trabajo pedagógico diario es de 5 horas pedagógicas, 25 horas semanales, y un mínimo de 900 horas anuales. En Educación Primaria el trabajo diario es de 6 horas pedagógicas; 30 horas semanales, y un mínimo de 1100 horas anuales. En Educación Secundaria, el trabajo diario es de 7 horas pedagógicas, 35 horas semanales y un mínimo de 1200 horas anuales. ¿Cuánto dura la hora pedagógica? En teoría 45 minutos y en la práctica no se sabe. Así por ejemplo: En una IE de secundaria con 3 turnos es imposible que el trabajo diario sea de 7 horas pedagógicas. Si el turno de mañana es de 8 a 1.30 con un solo recreo de 15 minutos, el turno de tarde de 2 a 7.30 PM, ya no quedaría tiempo para el turno noche. En gran número de planteles la hora pedagógica dura 35 minutos y todavía se pierde clases por días enteros con diversos motivos, sin embargo las autoridades de educación, se hacen de la vista gorda. Entonces ¿para qué dictan normas que no harán cumplir? ¿Hasta cuando se hará lo mismo de siempre? En primaria del total de alumnos matriculados en el primer grado culminan su primaria sin repetir de año el 26%, repitiendo uno o más veces el 25%, de lo que se infiere que el 49% -casi la mitad- abandona el sistema sin culminar la educación primaria. En secundaria logran culminar sin repetición el 47.7 % y con una o más repeticiones el 20%, el 35% restante abandona sus estudios sin concluir la secundaria. ¿El MINEDU encara estos y tantos otros indicadores de eficiencia? ¿Cómo los encara? Los medios de comunicación (radio, TV, periódicos) son poderosos agentes educativos, antes que aportar experiencias positivas al proceso educativo y a la culturización del pueblo, actúan como elementos depredadores de la calidad educativa. Frente a este problema ¿Qué hace el MINEDU? ¿Es coherente que en una misma institución educativa exista profesores que siendo del mismo nivel magisterial tengan sueldos diferentes? ¿El que gana más producirá más? ¿Cómo medirán el rendimiento del profesor? Y el principio universal… “ha igual trabajo igual remuneración”… ¿cómo queda? Penosamente hoy existen dos carreras magisteriales. Una donde está la gran mayoría de profesores arrinconarlos sin derecho a mejora económica en sus haberes, y otra que privilegia ha algunos adictos al gobierno, con mejores sueldos so pretexto de concurso que mide la habilidad matemática y la comprensión lectora ¿Cuál es el impacto que esto ocasiona cuando el profesor arrinconado está frente al alumno? ¿El MINEDU se ha puesto ha pensar? ¿Formamos personas para que vivan de pie o para que vivan siempre arrodillados? Es sabido por la generalidad de los ciudadanos que el desarrollo del país depende de la calidad del servicio educativo. ¿Los diversos gobiernos encaran la problemática de la educación peruana? Si fuera así, qué bueno sería. Pero lamentablemente nuestra sociedad cada vez se deshumaniza más y más. La crisis moral es gravísima y las consecuencias son evidentes, como la corrupción generalizada, el parricidio, las violaciones y el alarmante incremento de la delincuencia. En esas condiciones ¿para que un año escolar con más de lo mismo? ¿Vale la pena? ¿Qué dicen? Esta situación palpitante debe obligarnos a cada uno, desde el lugar que nos corresponda, a asumir una actitud crítica, participativa y comprometida si deseamos una sociedad culta, honesta, justa y solidaria. Siempre se ha dicho que la educación es tarea de todos. Por consiguiente la familia, la justicia, la iglesia, los políticos, el gobierno, etc. tienen la obligación de enfrentar la triste realidad de la educación peruana, comprendiendo sobretodo, que estamos en pleno siglo de la competitividad y la globalización.