Mi añorada tierra natal, ubicada en la región Ayacucho, está de aniversario… “
Ley Regional Nº 478.- El Presidente de la República.- Por cuanto el Congreso Regional del Centro ha dado la Ley siguiente:
Artículo 1º.-
Créase en la provincia de Lucanas el distrito de Chaviña, compuesta de la villa del mismo nombre, que será la capital; y del pueblo de Para, conservando como linderos los mismos de los pueblos que los forman…
Artículo 2º.- El distrito de “Para y Sancos” se denominará Sancos.… Dado en la casa de Gobierno en Lima, a los veintidós días del mes de Agosto de mil novecientos veintiuno. Augusto B. Leguía.- Presidente del Perú…”
Chaviña en sus 88 años de creación como distrito, ha logrado un relativo desarrollo urbano. Palacio municipal de material noble, mayoría de calles pavimentadas, Iglesia modernizada y conservada, nuevas calles, colegio
de secundaria, casas de material noble, centro de salud con buena infraestructura, casa comunal, plaza de toros, aun que falte una delegación policial. Pero, ha caído drásticamente de ser
“la tierra del oro verde”. Hoy la campiña chaviñeja se ha convertido en emporio de una plaga conocida como “kikuyo” grama de raíces profundas que terminó con su clásica y envidiable producción agrícola y ganadera, generando graves consecuencias: pobladores refugiados en el vicio del alcohol o en no hacer nada, con el apoyo de los programas sociales, incrementándose la extrema pobreza.
En el largo desfile por la gestión municipal y comunal, ninguno enfrenta este grave problema, a pesar de que la comunidad tiene ingreso económico suficiente para solventar un convenio con la Universidad Agraria de la Molina y terminar con el kikuyo. Es deplorable que sus ingresos se diluyan impunemente. Igualmente la bocatoma de “Ollinta” sigue tal como dejaron nuestros antepasados impidiendo que discurra más agua. En suma, la tarea prioritaria de las autoridades, es terminar con el kikuyo y ampliar la frontera agrícola hacia las fértiles tierras reivindicadas mejorando y construyendo
nuevos canales de irrigación. Cualquier otro esfuerzo que hagan, siempre será insuficiente para mejorar las condiciones de vida de nuestros hermanos si previamente no se acomete lo antes expuesto.
Es un honor saludar, a través de esta página, a mis hermanos de Chaviña, con motivo de los 88 años de creación como distrito y pedirle con toda humildad que ampliemos los canales de diálogo y debate de los principales problemas que afectan a nuestro pueblo, especialmente entre los que residimos en Lima que muy poco o nada hacemos por esa ubérrima tierra que nos permitió ver la primera luz de la vida. Un cordial abrazo.
¡Que viva Chaviña!
Mi añorada tierra natal, ubicada en la región Ayacucho, está de aniversario… “Ley Regional Nº 478.- El Presidente de la República.- Por cuanto el Congreso Regional del Centro ha dado la Ley siguiente: Artículo 1º.- Créase en la provincia de Lucanas el distrito de Chaviña, compuesta de la villa del mismo nombre, que será la capital; y del pueblo de Para, conservando como linderos los mismos de los pueblos que los forman… Artículo 2º.- El distrito de “Para y Sancos” se denominará Sancos.… Dado en la casa de Gobierno en Lima, a los veintidós días del mes de Agosto de mil novecientos veintiuno. Augusto B. Leguía.- Presidente del Perú…”
Chaviña en sus 88 años de creación como distrito, ha logrado un relativo desarrollo urbano. Palacio municipal de material noble, mayoría de calles pavimentadas, Iglesia modernizada y conservada, nuevas calles, colegio 
de secundaria, casas de material noble, centro de salud con buena infraestructura, casa comunal, plaza de toros, aun que falte una delegación policial. Pero, ha caído drásticamente de ser “la tierra del oro verde”. Hoy la campiña chaviñeja se ha convertido en emporio de una plaga conocida como “kikuyo” grama de raíces profundas que terminó con su clásica y envidiable producción agrícola y ganadera, generando graves consecuencias: pobladores refugiados en el vicio del alcohol o en no hacer nada, con el apoyo de los programas sociales, incrementándose la extrema pobreza. 
En el largo desfile por la gestión municipal y comunal, ninguno enfrenta este grave problema, a pesar de que la comunidad tiene ingreso económico suficiente para solventar un convenio con la Universidad Agraria de la Molina y terminar con el kikuyo. Es deplorable que sus ingresos se diluyan impunemente. Igualmente la bocatoma de “Ollinta” sigue tal como dejaron nuestros antepasados impidiendo que discurra más agua. En suma, la tarea prioritaria de las autoridades, es terminar con el kikuyo y ampliar la frontera agrícola hacia las fértiles tierras reivindicadas mejorando y construyendo 
nuevos canales de irrigación. Cualquier otro esfuerzo que hagan, siempre será insuficiente para mejorar las condiciones de vida de nuestros hermanos si previamente no se acomete lo antes expuesto.
Es un honor saludar, a través de esta página, a mis hermanos de Chaviña, con motivo de los 88 años de creación como distrito y pedirle con toda humildad que ampliemos los canales de diálogo y debate de los principales problemas que afectan a nuestro pueblo, especialmente entre los que residimos en Lima que muy poco o nada hacemos por esa ubérrima tierra que nos permitió ver la primera luz de la vida. Un cordial abrazo. ¡Que viva Chaviña!
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