Cuando obtienes lo que deseas en tu lucha por ser alguien, y
el mundo te convierte en Rey por un día, solo acércate a un espejo a mirarte, y
fíjate en lo que esa imagen te dice.
Porque no es el juicio que de ti hagan tu padre, tu madre o
tu esposa lo que debe resaltar.
Algunos pueden pensar que eres un compadre en quien se puede
confiar, y llegar a decirte que eres maravilloso, pero el que está en el espejo
dirá que solo eres un fanfarrón si no puedes mirarlo directamente a los ojos.
A él debes agradar, no tengas en cuenta al resto, porque él
es claro contigo hasta el final; y habrás aprobado tu evaluación más difícil y
peligrosa si el que está en el espejo es tu amigo.
Podrás engañar durante años a todo el mundo en tu paso por la
vida, y obtener palmadas en la espalda en señal de aprobación, mas la recompensa
final será angustia del alma y lágrimas si has engañado al hombre del espejo.
El que domina a otros
es fuerte, el que se domina a sí mismo es poderoso.
Proverbios 16:32: Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte,
el que domina su espíritu que el conquistador de una ciudad.
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