jueves, 9 de junio de 2011

CONCLUYÓ PESADILLA ELECTORAL

Concluyó la pesadilla que la campaña electoral en segunda vuelta sobre todo, generó en la apacible vida cotidiana de la mayoría de los pobladores del país. El escenario estuvo cargado innecesariamente de violencia verbal y confrontaciónal, traducido en agravios, injurias, ofensas, odios, venganza, angustia, etc. nacidas del inconciente de algunos protagonistas y “simpatizantes” de uno y otro partido político en contienda, que lo único que lograron fue separar, oscurecer, obstruir y destruir la unidad y la integración del pueblo peruano. Es innegable que en la segunda vuelta se sembró odio, mucho odio y lo que es preocupante, odio alentado por intelectuales, que algunos sin vivir habitualmente en el país, socavaron la paz social que debe reinar entre hijos de un mismo estado. Es también innegable, que el triunfo del candidato de Gana Perú obedece al voto consecuencia de ese odio promovido.
Concluido el proceso electoral, todo debe volver a la normalidad. Las heridas abiertas deben cicatrizar y el candidato electo a partir del 28 de julio, tiene la obligación de cumplir con su ofrecimiento de instaurar un gobierno de concertación nacional conciliando con todas las fuerzas vivas de la nación, para asegurar la continuidad del crecimiento económico del país, pero con inclusión social, es decir, llevar la presencia del estado principalmente a regiones históricamente marginadas y olvidadas por sus antecesores, como Ayacucho, Arequipa, Apurimac, Cuzco, Huancavelica, Puno, que el 5 de junio levantaron su voz al unísono a través de las urnas y votaron masivamente por el electo presidente del Perú.
Es así como el pueblo peruano decidió que el que debe dirigir el país entre el 2011 y 2016 sea una presencia nueva en política, una presencia descontaminada de las concebidas mañas y artificios de políticos tradicionales; una presencia que en vivo y en directo conoce la compleja realidad del pueblo peruano y su geografía. Pero es inocultable que el electo presidente tendrá una prueba fuego para medir su capacidad y lograr acuerdos con los poderosos que “por si, ante sí y para sí” manejaron el Perú. También es inocultable que el ganador de esta elección, no tiene un partido bien formado y disciplinado, esta rodeado de personajes que proceden desde la ultraderecha hasta la ultra izquierda y demostraron a lo largo de la historia que nunca les interesó combatir la pobreza y extrema pobreza, como tampoco les interesó atender los conflictos sociales y socio ambientales que con el transcurrir de los años se agudizan cada vez más. Por consiguiente el presidente electo a partir del 28 de julio estará abrumado de reclamos de diversos sectores olvidados para atender las necesidades de servicios básicos, como saneamiento, seguridad social, vías de comunicación adecuadas a la época, la baja calidad de la educación que sitúa a Perú en los últimos puestos en la región, etc. En suma, ha lograr que el Estado llegue mínimamente a la gente marginada.
Que Dios ilumine la inteligencia, audacia, tolerancia, sagacidad, honestidad y tenacidad del nuevo presidente del Perú y su gestión resulte muy exitosa. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

mostrar siempre