jueves, 20 de enero de 2011

CANDIDATOS 2011: NADA NUEVO BAJO EL SOL

Pareciera que de Guatemala vamos a guatepeor. ¿Qué clase de gente nos va a gobernar? ¿Será más de lo mismo o peor de los que se van en julio de este año? Ha pesar de que estamos hartos de políticos mediocres, aprovechadores, entornillados y muchos corruptos; hartos de congresistas “mataperros, comepollos, robaluces, cocaleros improvisados" etc. cuyo éxito es, a más corrupción, más poder; la mayoría de partidos políticos para las elecciones de abril 2011 no son muy escrupulosos en seleccionar a sus candidatos al Parlamento, ni tienen la menor intención de renovar la política con cuadros profesionales, especializados en sus campos y alejados de la bulla mediática y la controversia. En la relación de postulantes, proliferan personas improvisadas –sacadas de la farándula o del deporte con la idea de que jalen votos, o en su caso por el único mérito de ser familiares de los líderes, y lo que es peor, otros personajes cuestionados por escándalos del pasado. Además algunos partidos se convierten en un cajón de sastre en el que han ido a parar parlamentarios huidos de otras tiendas. Con ese proceder pareciera que los partidos políticos estuvieran creando un estrato de gente que solo pueden vivir del estado o del dinero de todos los peruanos al ser incapaces de producir adecuadamente en el mercado. ¿Ahora que dicen los electores? ¿Qué debemos hacer? ¿Ir a votar por temor a las multas y elegir a quién sea?
Por mínimo respeto al pueblo, deben dar a conocer toda la información sobre la vida de los candidatos, y ojala de esa manera se pueda escoger o seleccionar al que tenga mayor capacidad profesional, ética y moral. Es más probable que no sea así. Los partidos, han dejando de lado su concepción doctrinaria primigenia; traen pobreza y agravamiento de la situación social y junto a sus líderes son los causantes directos de la actual crisis moral, con una corrupción metida hasta los tuétanos del estado, la imperante inseguridad ciudadana convertida en pan de cada día. Así, los partidos se han convertido en oficinas con carácter de lucro o de beneficio político. No es difícil entender que llegar a ser congresista, presidente regional, alcalde o funcionario de confianza o estar en puestos burocráticos es para enriquecerse a costa del Estado; so pretexto de “democracia”
Lo más nefasto o deplorable que existe en una democracia, es que se aspire y permita la reelección en cargos de toda índole y nivel, como: Presidencial, Congresal, regional, municipal, comunal, institucional. Cuando se produce la reelección de un ciudadano en cualquier cargo, la democracia se convierte en OCLOCRACIA. La democracia se funda en la alternancia y en sentido amplio, es una forma de convivencia social en la que los miembros son libres e iguales y las relaciones sociales se establecen de acuerdo a una escrupulosa igualdad de oportunidades. ¿Entonces a qué responde la necedad de reelegirse o atornillarse en los cargos? ¿Por qué en las instituciones, comunidades campesinas, alcaldías, presidencias regionales, congresistas, etc. vemos a las mismas personas de periodo en periodo? ¿No es suficiente el desastre que han hecho y siguen haciendo del país, de los pueblos, de las comunidades campesinas, de las instituciones las autoridades reelectas? ¿Los peruanos somos masoquistas? Reflexionemos con serenidad y nunca jamás permitamos que la oclocracia siga perfeccionándose en el país, con el membrete de “democracia”

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