El Día de San Valentín, en la actualidad, es una fecha dedicada a los enamorados en la que se intercambian mensajes y obsequios para demostrar amor y amistad a los seres más cercanos, pero para muchos enamorados el Día de San Valentín, es día de sexo y quiénes aceptan así, se degradan como personas humanas destruyendo su futuro. Nuestro egoísmo con frecuencia se disfraza de amor. Esto sucede cuando usamos al ser amado para nuestro personal deleite. Cuando creemos amar, pero atrapamos.
Los tres pasos de oro del amor son: Amarse uno mismo, amar al prójimo y ayudar al otro a que se ame a sí mismo.
El amor, es nuestro único parentesco con la eternidad. Amar es una decisión, no un sentimiento, amar es dedicación y entrega. El amor es un ejercicio de jardinería: arranque lo que hace daño, prepare el terreno, siembre, sea paciente, riegue y cuide. Esté preparado porque habrá plagas, sequías o exceso de lluvias, mas no por eso abandone su jardín. El amor no es una pasión, no es una emoción -entiendan bien jóvenes- el amor no es el sexo. El amor es una profunda comprensión de que alguien, de alguna manera, te completa.
Si se lo preguntáramos a Dios, ¿qué es el amor?, seguro que simplemente agacharía la cabeza y dejaría caer una lágrima. Y es que lo hombres no podemos entender. Decimos que amamos cuando simplemente deseamos Decimos -te amo- cuando verdaderamente sólo queremos. El amor no puede entenderse, por que no es un concepto; el amor no puede describirse porque no tiene forma, el amor simplemente es eso ¡amor!
El amor vive en cada uno como un diminuto grano de arena que brilla entre la oscuridad de nuestro corazón. Si logramos descubrirlo, todo a tu alrededor tomará nueva vida, descubrirás que el mundo es más bello de lo que nunca soñaste. Pero jamás dudes, pues cuando empiezas a dudar que tu amor sea verdadero, la magia empezará a desaparecer y tu mente se sentirá aturdida y la ideas muy difusas. Recuerda, no dudes, nunca jamás.
Si alguna vez tu amor parece desaparecer, cierra los ojos, no pienses, ni escuches, sólo siente, mira y suspira; podrás sentir como él está contigo.
El amor, es nuestro único parentesco con la eternidad. Amar es una decisión, no un sentimiento, amar es dedicación y entrega. El amor es un ejercicio de jardinería: arranque lo que hace daño, prepare el terreno, siembre, sea paciente, riegue y cuide. Esté preparado porque habrá plagas, sequías o exceso de lluvias, mas no por eso abandone su jardín. El amor no es una pasión, no es una emoción -entiendan bien jóvenes- el amor no es el sexo. El amor es una profunda comprensión de que alguien, de alguna manera, te completa.
Si se lo preguntáramos a Dios, ¿qué es el amor?, seguro que simplemente agacharía la cabeza y dejaría caer una lágrima. Y es que lo hombres no podemos entender. Decimos que amamos cuando simplemente deseamos Decimos -te amo- cuando verdaderamente sólo queremos. El amor no puede entenderse, por que no es un concepto; el amor no puede describirse porque no tiene forma, el amor simplemente es eso ¡amor!
El amor vive en cada uno como un diminuto grano de arena que brilla entre la oscuridad de nuestro corazón. Si logramos descubrirlo, todo a tu alrededor tomará nueva vida, descubrirás que el mundo es más bello de lo que nunca soñaste. Pero jamás dudes, pues cuando empiezas a dudar que tu amor sea verdadero, la magia empezará a desaparecer y tu mente se sentirá aturdida y la ideas muy difusas. Recuerda, no dudes, nunca jamás.
Si alguna vez tu amor parece desaparecer, cierra los ojos, no pienses, ni escuches, sólo siente, mira y suspira; podrás sentir como él está contigo. 
