Si queremos algo con las suficientes ganas como para salir a
pelear por aquello, trabajar día y noche por alcanzarlo y sacrificar nuestro
tiempo, paz y sueño por ello.
Si el solo deseo de aquello nos enciende lo suficiente como para
nunca cansarnos y nos hace ver todas las demás cosas como pasajeras y de poco
valor cuando las comparamos con las que no tienen pasión.
Si la vida nos parece vacía e inconsecuente sin aquello y
todo lo que planeamos y soñamos tiene que ver con eso, si estaríamos contentos
de sudar por ello, incomodarnos por ello, planear para obtenerlo y perder todo
temor al hombre por ello.
Si simplemente vamos tras aquello que deseamos con toda
nuestra capacidad, fortaleza y sagacidad, fe, esperanza y confianza y sobria
persistencia.
Si ni la fría pobreza, desnutrida y famélica, ni la
enfermedad ni el dolor del cuerpo o mente pueden hacernos desistir de aquello
que tanto anhelamos, si con todas nuestras fuerzas y a pesar de todas las
dificultades nos enfrascamos en obtenerlo, ¡lo obtendremos! "El hombre se descubre cuando se mide con un
obstáculo"
Cada día es una nueva oportunidad, para volver a tener el
deseo de llegar a la meta. Pero, recuerda. No es asunto de fuerza humana
solamente. Es un asunto de saber que a nuestro lado está aquel que es Todopoderoso
y es en él, que lograremos mucho de lo anhelado. Deja que Dios te impacte en el
nuevo día. Hebreos 10:23: No distraerse es parte del éxito. Vaya tras sus metas sin
flaquear ni dudar. Mantenga los ojos puestos en la línea de llegada.
¿Por qué muchas
personas no van tras sus sueños? La mayoría piensa que al encontrarse con el primer
obstáculo, piensan que no pueden y por lo tanto desiste de ellos, prefiriendo
quedarse en la zona cómoda. Y es que la vida sin sueños parece segura, pero su
final es muy aburrida. ¿Te ha pasado así? ¿Estás disfrutando tu vida o estás
viendo los años pasar?
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