Un ratón, mirando por un agujero en la pared ve a un granjero
y su esposa abriendo un paquete. Pensó qué tipo de comida podía haber allí. Quedó aterrorizado cuando descubrió que era una trampa para
ratones. Fue corriendo al patio de la Granja a advertir a todos: Hay una
ratonera en la casa, ¡una ratonera en la casa!". La gallina, que estaba
cacareando y escarbando, levantó la cabeza y dijo: "Discúlpeme Sr. Ratón,
yo entiendo que es un gran problema para usted, más no me perjudica en nada, ni
me incomoda".
El ratón fue hasta el cordero y le dijo: ¡Hay una ratonera en
la casa, una ratonera! "Discúlpeme Sr. Ratón, mas no hay nada que yo pueda
hacer, solamente pedir por usted. Quédese tranquilo que será recordado en mis
oraciones."
El ratón se dirigió entonces a la vaca, y la vaca le
repitió lo mismo. "¿Acaso estoy en peligro? Pienso que no" - dijo la vaca. Entonces el ratón volvió a la casa, preocupado y abatido,
para encarar a la ratonera del granjero.

"La próxima vez
que escuches que alguien tiene un problema y creas que, como no es tuyo, no
debes prestarle atención ... ¡piénsalo dos veces!
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