
Empresarios y comerciantes mercantilizan la navidad,
convirtiéndolo en fiesta de consumismo, grandes bailes, camping, paseos a la
playa, etc. a costa de hacer esfuerzos sobrehumanos para ellos llenarse de
dinero. Eso no es navidad. La Navidad significa que Dios se hace Hombre,
no que los hombres se hagan Dioses. No satisfagas las expectativas consumistas.
Simplifica tu celebración, recuerda el mensaje “Gloria a Dios en el cielo y
paz a los hombres en la tierra”. Este es el programa que viene a realizar Jesús
y que sus discípulos debemos trabajar todos los días: Amar a Dios sobre todas
las cosas y al prójimo como a ti mismo.
En el mundo, el amor sigue siendo vacío, hueco, manipulado y
misterioso. Imitemos a Jesús María y José que vivieron el amor en toda su
riqueza. ¿Qué nos falta a nosotros? Amigo: Si en tu corazón hay un poco
más de amor, es Navidad. Si sabes perdonar al que te ofende, es
Navidad. Si buscas a Dios de verdad, es Navidad. Si trabajas por la
justicia entre los hombres, es Navidad. Si sabes sufrir con amor, es
Navidad. Si le das una mano al caído, es Navidad. Navidad es, en fin,
cuando practicamos cualquier obra misericordiosa, secar una lágrima, obsequiar
una sonrisa, calmar un dolor, suavizar una pena, ir por la vida sembrando
flores sin espinas, es la ternura del pasado, el valor del presente y la
esperanza del futuro, en una palabra: Navidad es amor, siempre amor, porque en suma Dios es amor. Aprovechemos esta Navidad para perdonar a todos aquellos que
nos ofendieron. Empecemos el Año Nuevo con el corazón aligerado por el perdón y
enriquecido por el Amor.
Dios los bendiga en esta Navidad, y les conceda alegrías,
paz, prosperidad y felicidad. Un Año Nuevo lleno de dicha y sorpresas
agradables es el más cálido deseo para todos vosotros.
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