Cuentan que en cierta ocasión un europeo que visitaba una
aldea en la India, discutía con un lugareño y mientras lo hacía se apoyaba
contra el muro de una casa. De repente una mujer salió del lugar gritando muy
agitada:
- ¡Aléjese de aquí!
- Pero, ¿por qué? – preguntó el europeo, sorprendido.
- ¿Ve usted esta hendidura en el muro? Dentro de algunos
minutos saldrá una cobra de ahí para beber este tazón de leche que le he
preparado, pues es un animal sagrado, al cual hay que complacer.
El hombre no se hizo de rogar, retrocedió unos pasos y
aguardó curioso, pero inquieto a la vez.
Pronto la cabeza de la cobra apareció y su largo cuerpo se
desenrolló. Tomó la leche hasta la última gota y se metió otra vez en la
hendidura.
Algunas semanas más tarde, el europeo volvió por la aldea y
cuando pasaba por la casa donde había visto a la cobra, se encontró con el
propietario vestido de luto.
- Mi esposa ha muerto- dijo él, y sus ojos se llenaron de
lágrimas.
- ¿Ha muerto? ¡Pero me pareció que gozaba de buena
salud!
- Sí, pero la cobra la mató. Ésta tomaba su leche como
de costumbre, cuando por descuido mi esposa la tocó con su pie. El animal se
dio vuelta y la mordió. Poco tiempo después ella murió.
En muchas ocasiones vemos la práctica de antivalores* como
algo inofensivo, creemos tenerlo bajo control. Algunos lo alimentan con mucho
cuidado, como la mujer del relato, pensando que así estará tranquilo y nunca
los dañará. Sin embargo, lo cierto es que no debemos jugar nunca con las
tentaciones y los pecados, por el contrario, en estos casos, es de valientes
huir.
No es sabio ni coherente criar a un animal que puede terminar
con tu vida en cualquier momento. Del mismo modo no es sensato cuidar con
esmero la envidia, los celos, la amargura, la mentira, los vicios, la
holgazanería y tantas cosas más que solamente terminarán por robarte la paz, el
gozo, tus sueños, tu familia y hasta tu relación con Dios.
Antes de estar alimentando todas esas cobras que acabarán con
tu vida, deberías esmerarte más en buscar y cultivar los frutos de la moral y
las virtudes.
Si has estado criando una cobra, como si fuera una mascota,
es tiempo de deshacerte de ella, no vaya a ser que después sea demasiado tarde
y termine matándote.
*Antivalores: Así como hay una escala de valores morales también la hay de
valores inmorales o antivalores. La deshonestidad, la injusticia, la
intransigencia, la intolerancia, la traición, el egoísmo, la irresponsa- bilidad,
la indiferencia, la mentira son ejemplos de antivalores que rigen la conducta de
las personas inmorales. Una persona inmoral es aquella que se coloca frente a
la tabla de los valores en actitud negativa, para rechazarlos o violarlos. Es
lo que llamamos una “persona sin escrúpulos”, fría, calculadora, insensible al
entorno social.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
mostrar siempre