¿Hay alguna diferencia entre tener relaciones íntimas de
pareja y hacer el amor? Con cuanta frecuencia confundimos los conceptos vitales de la
vida. Relaciones íntimas de pareja y la manifestación amorosa son elementos
determinantes en las relaciones humanas y de pareja.
Nuestra sociedad ha rebajado la profundidad amorosa a la
simple sexualidad. Cuando se habla de hacer el amor olvidamos que este ya está
hecho. No necesita hacerse sino expresarse, compartirse en un ambiente de
honestidad, verdad y pureza.
Sexualidad debiera ser la expresión climática de esa relación
de intimidad pura y genuina. Cuando la sexualidad pierde la belleza del
amor termina siendo solo una actividad simplemente erótica y tristemente entre
muchos casi animal.
La tendencia humana de rebajar el Amor a la expresión física
del sexo ha hecho que muchas personas se sientan perdidas en medio de un
torbellino de perversión o adicción. Sexo es la gran idea de Dios y un regalo climático para la
pareja dentro de la belleza y pureza del cariño genuino.
Cuando se invierten los valores solo nos queda sentir como
somos fácilmente arrastrados por una corriente desenfrenada donde el amor
parece hundirse en el océano de la desesperación. Cuantas mujeres u
hombres creyendo que estaban disfrutando del amor sacrificaron la pureza y la
ternura del amor genuino para sentir un profundo vacío.
El Libro del Cantar de los Cantares es el manual divino en la
Biblia para el romance, la intimidad y la sexualidad. Allí no encontramos la desesperación
de la lujuria y la pasión desenfrenada sino el espíritu del romance y amor puro
entre Salomón y la Sulamita.
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