viernes, 15 de febrero de 2013

DIA MUNDIAL DE LA RADIO

El miércoles 13 de febrero se celebró el Día Mundial de la Radio. En nuestro medio esta celebración pasó casi inadvertido. Sin embargo, es innegable que la radio a través del tiempo sigue siendo uno de los medios de comunicación masiva, más importantes y trascendentes en la dinámica social del país, no solo por transmitir música y noticias, sino, principalmente por despertar en el oyente un cambio de actitud mediante la cultura y la promoción de práctica de valores que tanta falta hace en el país, para enfrentar a la corrupción y la violencia social. La Radio es uno de los medios de comunicación más antiguos, más sencillos, más baratos, más duraderos y el más personal que existe. Su perfil de difusión es de tú a tú, que no tienen los otros medios. También la radio es un medio de interacción, de integración, de intercomunicación y de interrelación eficaz, obligado a producir una propuesta de cambio positivo en su destinatario o en los oyentes. Con tal fin, el Emisor o el que trasmite la información debe saber recoger los efectos que causa su mensaje en el oyente o receptor. La información recogida será muy útil porque permitirá al Emisor conocer si su mensaje ha sido correctamente entendido y la repercusión que el mismo está teniendo en el Interlocutor. De esta forma podrá adaptarse de una manera más efectiva a las necesidades de sus oyentes.
Los conductores de programas radiales asumen  la obligación ética y moral de lograr que sus palabras sean mejor que su silencio. Para eso, el empresario radial debe respetar al programador y éste al oyente, de modo que ese esfuerzo conjunto fortalezca la dignidad humana y el bienestar común, privilegiando la honestidad, la veracidad, la sinceridad, la responsabilidad, la transparencia etc. es decir, se trata de compartir valores entre la empresa, el programa radial y el público oyente. Es más, toda persona que usa un micrófono radial debe hacerlo con conciencia, mente, boca, limpias y respetuosa. Amigos, la conciencia es como un vaso de cristal, si no está limpio el vaso, resultará sucio todo lo que se vacíe en él. Asimismo los que usan los micrófonos de la radio deben recusar el hábito de lo malo o perverso, como la mitomanía o adicción a mentir sin escrúpulo, la soberbia, el puro monetarismo, la diatriba, la ideologización, etc. y, anteponer la práctica del hábito de lo bueno, es decir la virtud. Para mantener la virtud, es necesario 2 cosas: 1ro Orden y respeto a la ley y 2do educación. Cuando se pierde la virtud se produce crisis de identidad, entonces, lo peor que sucedería, es confundir los medios con el fin.
La radio posee en la vida moderna una extraordinaria ubicuidad, es decir, la magia de estar en todas partes al mismo tiempo, generando opinión pública, proponiendo el debate de diversos temas y movilizando a la colectividad. La frase que dice: “la radio está más cerca de la gente” es totalmente cierta. Y no solo eso, “la gente le tiene mucha confianza"  

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