El que no aprende de sus errores está condenado a repetirlos. El candidato presidencial Alejandro Toledo en la presente campaña electoral incurre en el mismo error de prometer y prometer como lo hizo el 2001 al extremo que su gestión de gobierno fue desaprobada por siete de cada 10 peruanos. Toledo prometió no privatizar las empresas de energía eléctrica y luego vendió, Egasa y Egesur. Ofreció transparencia y trabajo para todos y se produjo escándalos de hermanos, sobrinos, esposa; se incrementó la corrupción, escasa creación de empleo, frivolidad y falta de austeridad, es decir, ofreció demasiado y no cumplió. Resultado: Su gobierno abrió una herida difícil de curar en los peruanos identificados con el voto responsable o de madurez cívica.
La debilidad del candidato Toledo es él mismo, él no es consistente, puede decir una cosa y no cumplirla, promete y promete obras en un intento por seducir a los votantes para tener una segunda oportunidad de gobernar. Recientemente en Huaraz, capital de su región, luego de reeditar “la hora cabana” prometió construir un moderno hospital nivel III, mejorar los puestos de salud, seguro integral para todos por igual, mejorar la universidad con docentes bien pagados y capacitados, techo propio y vivienda, títulos de propiedad, carreteras; pero no abordó el grave problema de la corrupción en la región. Esto es sumado a otras promesas, como: Chequeo médico de a sol, duplicar el sueldo a los profesores y jubilados, aumento de sueldos a los trabajadores de salud, poder judicial, fuerzas armadas y policiales, precios estables de los artículos de primera necesidad, (Cual dueño del mercado) etc. Es más, sus promesas estan acompañadas de exorbitante propaganda televisiva, radial, periodística y paneles al por mayor en Lima y provincias. Ejemplo: De Paramonga a Recuay, Huaraz, Marcará, Carhuáz. Mita. Mancos, Ranrahirca, Yungay y Caraz, es decir el callejón de Huaylas, se aprecia una contaminación visual inexplicable. ¿De dónde obtiene Alejandro Celestino Toledo tanto dinero para contaminar con paneles los caminos del país? ¿A quién o a quiénes ha hipotecado el Perú?
En los últimos sondeos la caída de Alejandro Toledo pareciera decirnos: asústense, peruanos, de Ollanta Humala y regresen a Toledo para librarnos del hijo de Chávez. Y como somos ingenuos, entonces pisamos el palito y el "sano y sagrado" termina en Palacio. Ollanta Humala tiene una importante votación en primera vuelta, y es casi seguro que pasará a la segunda vuelta, pero que de allí derrote a Toledo es muy difícil por la cohesión de votos de quiénes quedaran en el camino.
El próximo 10 de abril iremos a las urnas, a asumir c/u con responsabilidad nuestro rol de elector. La ciudadanía no debe dejarse llevar por promesas, discursos apasionados, efímeros y propaganda desmedida. El buen ciudadano tiene valores y en los candidatos también hay que ver esos valores, rechazando su obeseción desmedida de poder ofreciendo el oro y el moro. El político tiene que identificarse con una clara y coherente vocación de servicio a la sociedad, acreditar principios y valores, respeto a las reglas, servir a la causa del bien común, y su equipo debe garantizar responsabilidad, puntualidad, honestidad, justicia, solidaridad, capacidad de dialogo, concertación, etc.
PIENSA ANTES DE VOTAR PORQUE CON UN VOTO RESPONSABLE GANAMOS TODOS. Deja la indiferencia y preocúpate por generar una corriente de reflexión.
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