miércoles, 2 de marzo de 2011

EDUCACION PERUANA Y COSTO SOCIAL

La educación como proceso activo, complejo y permanente, primero debe sociabilizar a la persona con el objetivo de que cumpla sus deberes, haga libre ejercicio de sus derechos y asuma el rol de agente responsable de cambio social constructivo; y luego humanizarlo, es decir acercarlo cada vez mejor a la práctica permanente de valores, como condición básica de una convivencia con justicia social. Los medios de comunicación con frecuencia informan algunos hechos de jóvenes estudiantes, que lindan con procesos de completa deshumanización muy graves y peligrosos. Ej. Elizabeth Espino, estudiante del cuarto ciclo de derecho, planificó y consumó el asesinato de su señora madre por dinero, en complicidad de su enamorado y un amigo (26-01-2010). También por lo mismo (parricidio) es procesada Eva Bracamonte (25-08-2006), ambas estudiantes de educación superior. Estos y tantos otros hechos protagonizados por estudiantes del país, demuestran que la educación peruana no sociabiliza, menos humaniza a la persona, es decir no contribuye a que el educando valore y respete la vida humana, como condición básica y elemental de convivencia social. Muy al contrario crece incontrolable la violencia social. El agente fundamental del proceso educativo, es el padre de familia y el profesor. Si el gobernante le da las espaldas y le impone normas para que cumplan ¿Qué sucede y cuáles son las consecuencias? La Ley general de educación, así como la “Ley de la nueva carrera pública magisterial”, fueron dadas sin debate público y sin participación de padres y profesores.
En la actualidad los maestros peruanos están en medio de un fuego cruzado. Por un lado reciben una fuerte exigencia social de promover los aprendizajes más avanzados y complejos, para que los alumnos culminen sus estudios en condiciones óptimas como para enfrentarse a una sociedad globalizada; y por otro lado, se le condena a remuneraciones magras; a deficientes procesos de formación y capacitación, a rendir exámenes incoherentes con el ejercicio de su profesión y a una imagen social de profesional de última categoría. Para una educación de calidad es indispensable que todos los eventos, agentes y elementos, tienen que ser de calidad. Es decir, la planificación, organización, ejecución, control y evaluación deben de ser de calidad; los contenidos o currículo, materiales, métodos, técnicas; el local escolar, mobiliario, servicios higiénicos, la gestión pedagógica y administrativa, etc. deben ser también de calidad. Es más, los agentes como los maestros, directores, auxiliares de educación y los padres de familia, ni que hablar, deben ser de calidad. Pero ¿Que nos dice la realidad? ¿Son de calidad los eventos, agentes y elementos educativos señalados? En la educación pública no. Entonces ¿de que calidad educativa se habla? ¿Cuál es el costo social?... ¿Quién asume la responsabilidad?...

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