lunes, 14 de febrero de 2011

¿JUSTICIA ES IGUAL PARA TODOS?

Pareciera que la justicia en el Perú no fuera igual para los pobres que para los ricos, para unas clases u otras e incluso para los miembros de una misma clase. La condena dictada por el Poder Judicial contra José Anaya ex congresista de Unión por el Perú (De las filas de Ollanta Humala) a cinco años de prisión efectiva por falsificación de documentos y delito contra la administración pública por peculado y el pago de una reparación civil de 50 mil nuevos soles, así lo evidencian.
El Perú entero sabe que no es el único caso de corrupción cometido en el Congreso. En este poder del estado la corrupción tiene raíces profundas y gracias a los medios de comunicación masiva, la conocemos. Unos son más graves que otros. Sin embargo no se sancionan con el mismo rigor que a José Anaya, a pesar de que los montos defraudados al erario nacional, son mayores y más graves. ¿Será por que la justicia no es igual para todos? ¿Por qué no se investiga y se sanciona a los pesos pesados que de por vida son parlamentarios acostumbrados a acometer cada vez actos mas graves de corrupción? ¿Se han revisado las facturas presentadas a Tesorería por todos los congresistas para cobrar sus gastos operativos?
El caso Anaya empezó cuando la televisión presento la denuncia por el pretendido cobro sobre facturado de consumo exagerado en un restaurante de pollo a la brasa, ganándose el apelativo de congresista “come pollo”. Después se descubrió que presento a la contabilidad del congreso facturas falsas por un viaje a Italia, pidiendo su reembolso. Por esto fue destituido del Congreso y privado de su inmunidad parlamentaria, para posteriormente ser sentenciado a 5 años de prisión y al pago de 50,000 soles de reparación civil.
Sobre este particular el Presidente Alan García ha dicho:…”No sé si (la sentencia) sea justa o no porque no soy juez, pero a él lo acusaron de comer más pollo de lo que puede ingerir una persona y de esa manera presentaba facturas para quedarse con la plata de los gastos de presentación. Pero, por qué solamente (se le investigó) a él, por qué no se investigó todas las facturas que se presentaron en el Parlamento…”
Indudablemente la condena dictada por el Poder Judicial es ejemplificadora y oportuna, pero requiere también que se aplique a los demás congresistas que han incurrido en actos de corrupción tal vez mas graves que José Anaya y algunos de ellos, todavía tienen la osadía de buscar la reelección. ¿Quiénes lo protegen y por qué? ¿Será el poder del dinero o las bondades del poder político? Es hora de que todos seamos tratados de igual manera.

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