viernes, 20 de agosto de 2010

HUMILDAD, CONDICION BASICA DEL LÍDER

En la historia de la humanidad, Jesús es Ej. y escuela de liderazgo. Dijo: “Aprended de mi que soy manso y humilde de corazón”. Luego lavó los pies a sus discípulos en signo de “humildad” movido por valores humanos como: Amor al prójimo, ejemplo de vocación de servicio, respeto a las personas sin importar su condición social o económica, etc. Al final murió en Cruz, reparando la rebeldía y el orgullo de Adán. Nadie tuvo jamás dignidad comparable a la de Él, ni sirvió con tanta solicitud como Jesús. La humildad perfecta y el líder universal es Jesús.
La humildad se opone al orgullo, al engreimiento y a la soberbia. El humilde ve las cosas como son, lo bueno como bueno, lo malo como malo. En la medida en que un hombre es más humilde crece una visión más correcta de la realidad. La humildad es como la luz al final del túnel, en medio del túnel puede mirar atrás y retroceder en la oscuridad para perderse en la soberbia, en cambio si mira adelante, verá que al fondo brilla la luz que le ayudará a reconocer sus errores y corregirlos, empezar de nuevo y transmitir esa actitud de amor a sus semejantes.
La humildad es la condición básica del líder, por eso, el verdadero líder concibe la autoridad como un privilegio de servicio y dice aquí sirvo yo, va al frente comprometiendo con sus acciones. Inspira confianza, inyecta entusiasmo, envuelve a los demás en espontánea simpatía, da poder a su gente. Jamás apaga la llama; corrige pero enseña. No busca fallas por dejar caer el peso de la autoridad sobre el responsable. Da ejemplo de honestidad, trabaja con los demás, es congruente con su pensar, decir y hacer; su deber es el propio de todos. Prepara y conoce a c/u de sus colaboradores, los trata como personas, no los usa como cosas, enseña cómo debe hacerse el trabajo, forma otros líderes, parte de los hechos y de la vida del grupo para llegar a los principios, formula su plan de trabajo con objetivos claros y concretos, supervisa la tarea de todos y difunde siempre una mística, un ideal, una esperanza viva, una alegría contagiosa
La crisis de la humanidad se debe principalmente a la falta de humildad, a saber recomenzar cuando se ha fallado, a tener la valentía de reconocer en qué se ha equivocado y cómo debe corregirlo. Caerse y saber levantarse con dignidad, encierran el ciclo de vida de todo líder.

1 comentario:

  1. impresionante , me gusto el concepto que tiene acerca de la humildad; pues empezemos a poner en practica, no criticando ni juzgando a las personas sino construyamos un nuevo pueblo que podamos trabajar unidos por una comunidad y sobre todo dejar el pasado atras sin resentimientos, el humilde perdona, que Dios nos de sabiduria para saber escuchar su palabra y ponerla en practica.

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