La acción de decidir, es la máxima manifestación de nuestra libertad, que se traduce en: “decidir por mi mismo lo que deseo lograr y realizar”. Por ejemplo si nos encontramos frente a la pregunta ¿Quién debe decidir que realizar o que hacer? Es el verdadero líder o, aquel que está dispuesto a cargar con el peso que una tarea puede contraerle, para eso se requiere algunas características, como:
· Cambiar el debo al quiero hacer las cosas, es el poder ejercer mi propio liderazgo.
· Aceptar que muchas acciones las tenemos que realizar en contra de nuestros deseos porque así nos lo exigen nuestras responsabilidades
· Cambiar nuestros patrones de conducta y ejercer a través de nuestra capacidad de decisión
· Ser seres libres, pues libremente se han desempeñado en lograr algo, en producir un cambio
· Tener claro que nuestro existir es el resultado de nuestras decisiones, recordar que nada nos hiere, es nuestra respuesta ante los hechos lo que nos dañan
Sólo así tendremos la certeza de estar tomando las decisiones correctas, es decir; cuando una o varias decisiones sean el resultado de una coherencia existencial, aún cuando las circunstancias sean adversas pero que cada persona decida finalmente; sin dejar de lado la libertad que viene a ser la autodeterminación y responsabilidad de cada uno.
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