El resentimiento por cosas pasadas que no se han sanado puede
destruir un matrimonio.
Hay muchos matrimonios que están viviendo consecuencias de
errores del pasado que generaron resentimientos y no las han sanado.
Todos nosotros como seres humanos cometemos errores de muchas
clases que generan consecuencias dolorosas. Cuando cometemos esos errores con
nuestro cónyuge, el matrimonio sufre como relación. Ahora, sí hay perdón con
arrepentimiento, entonces las consecuencias pueden ser minimizadas.
Pero cuando se guarda un resentimiento y no se sana, entonces
se va desarrollando y se puede convertir en una raíz de amargura que es como un
veneno que va a dañando las relaciones del matrimonio y toda la familia.
Cuando en un matrimonio hay resentimiento no sanado por
situaciones vividas en el pasado, la relación se estanca y se va deteriorando y
puede llegar un momento en que sientan hasta odio. La única salida al
resentimiento es sacar a la luz el problema, hablar sinceramente de los
sentimientos y tomar la decisión de perdonar y dejar el pasado. Recuerden que
el pasado nunca va a resolver los problemas, pero pedir perdón y perdonar si
puede hacer diferente el futuro.
Frecuentemente, es necesario buscar ayuda con guías
espirituales calificados y capacitados en el tema de matrimonios y familia para
que les puedan ayudar a superar los conflictos y a perdonarse sinceramente.
Marcos 11: 25-26: Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis
algo contra alguien, para que también vuestro Padre que está en los cielos os
perdone a vosotros vuestras ofensas, porque si vosotros no perdonáis, tampoco
vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas.
Dios nos manda a tomar la decisión de perdonar
incondicionalmente, para que Él nos perdone igual. El perdón sincero con
arrepentimiento del que lo pide y la actitud sabia del que lo otorga, activa el
perdón del Señor en nuestras vidas y las bendiciones para nosotros y nuestras
familias. Perdonar muchas veces no es fácil, pero es un mandato de Dios que nos
conviene y nos trae paz a nuestras vidas.
Si ha habido situaciones dolorosas del pasado en tu vida,
toma la decisión de ponerlas a los pies del Maestro Jesucristo y toma la
decisión de obedecer su palabra. Dios te llenará de paz y convertirá cualquier
cosa negativa en algo positivo para el Matrimonio y la Familia. Empieza por
pedirle perdón a Dios por haber sido desobediente a su palabra y luego pídele
perdón a tu cónyuge por haberle ofendido o por haberle juzgado. El perdón se
pide con arrepentimiento y se da con humildad!
Tu matrimonio y tu familia es el tesoro más valioso que Dios
te ha dado. CUÍDALO!
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