martes, 8 de septiembre de 2015

CLAMOR DESESPERADO

Una niña estaba muy emocionada por estar por primera vez en la piscina, ella no sabía nadar pero creía que metiéndose al agua de inmediato lo haría; cuando se deslizó se dio cuenta que era algo diferente, no podía ponerse en pie, pataleaba y aleteaba con sus manos para no ahogarse. Cuando el aire se le terminó su hermana presurosa entró a auxiliarla oportunamente, la salvó.
En cuántas ocasiones nos hemos encontrado en la situación de la niña, ahogándonos en problemas, malestares, presiones, dudas, desánimo y tantas cosas que nos abruman la existencia, ya sea por malas decisiones o por situaciones que se nos escapan de las manos.
El socorro es un clamor urgente y muchas veces desesperado por conseguir ayuda. Podríamos conseguirla de las personas que están a nuestro alrededor, como la niña la obtuvo de su hermana pero otras veces no; sea cual sea la situación debemos tener presente que nuestro principal socorro viene de Dios.
Su ayuda es eficaz y perfecta así que cuando necesites auxilio, haz lo que Hebreos 4:16 dice: Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. Hebreos 4:16
Recuerda que Dios socorre a los que se lo piden: “Socórreme y líbreme en tu justicia, inclina tu oído y sálvame” Salmos 70:2  Y confía que está ahí para responder tu clamor “Alzaré mis ojos a los montes, ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra. “Salmos 121:1-2 Mira hacia Dios pues es nuestro creador y ayudador divino.
Incluso cuando somos tentados su ayuda está dispuesta: “Pues en cuanto a él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados” Hebreos 2:18
También nos libra del mal “Danos socorro contra el adversario, porque vana es la ayuda del hombre. En Dios haremos proezas, y él hollará a nuestros enemigos.” Salmos 108:12-13. Dios se compadece de nuestras debilidades y no nos abandonará. No dudes en acudir a Él sea cual sea el problema que estés pasando, recibirás auxilio divino.

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