La gente dice que hay dos formas de aprender:
Por la experiencia, la cual se obtiene de los errores
cometidos; y por la sabiduría, la cual se obtiene de los errores de otros. Recomiendo
que hasta donde sea posible, se aprenda de los errores de otros.
Aprender de los
fracasos es siempre
más fácil con la ayuda de un buen consejero. Después que cometo mis errores
garrafales, pido consejo de algunas personas: mi papá, mi esposa, mis amigos quienes
siempre estarán dispuestas a compartir conmigo sus opiniones acerca de mis
fracasos. Es importante buscar consejo de la persona correcta.
Oí la historia de un servidor público recién nombrado que
estaba instalándose en su nueva oficina Al sentarse ante su escritorio por
primera vez, descubrió que su predecesor le había dejado tres sobres con
instrucciones que deberían abrirse únicamente en tiempos de angustia.
No habían pasado muchos días antes que el hombre entrara en
conflicto con la prensa, así es que decidió abrir el primer sobre.
La nota decía: «Échele la culpa a su predecesor». Y eso fue
lo que hizo.
Durante un tiempo todo anduvo bien. Pero unos pocos meses más
tarde, de nuevo estaba en problemas, así es que procedió a abrir el segundo
sobre.
La nota decía: «Reorganícese». Y eso fue lo que hizo.
Eso le permitió disponer de más tiempo. Pero debido a que en
realidad nunca había resuelto ninguno de los asuntos que estaban complicándole
la vida, volvió a tener problemas, y esta vez, peores que nunca. De modo que,
desesperado, abrió el último sobre. La nota adentro decía: «Vaya preparando
tres sobres».
Pida consejos, pero
asegúrese que sea de alguien que haya aprendido a manejar sus fracasos en forma
exitosa.
Aprendizaje es un elemento esencial en la vida. Dios es un
maravilloso Maestro que nos enseña a través de las circunstancias de la vida.
No pierdas ni un solo detalle.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
mostrar siempre