Al escuchar los comentarios hechos el 13 del mes en curso, por
el ingeniero Waldo López Cuadros en una emisora radial de Lima respecto a la construcción
de la obra “bandera” boulevard del (mal llamado) jirón Comercio de Coracora, del Alcalde Sr. Franco Alfredo
López Gutiérrez, se llegaría a concluir que en la Municipalidad de Parinacochas
se sigue haciendo MÁS DE LO MISMO.
El ingeniero Waldo López Cuadros denunció que el proyecto
aprobado del boulevard, fue modificado sin opinión ni consulta del profesional especializado
que la diseñó. La dirección de obra no está a cargo de un ingeniero colegiado y
carece de un profesional responsable de la supervisión. Es decir, en vez de
construir el boulevard respetando el proyecto original aprobado, se vendría
improvisando conforme a la opinión de un egresado de ingeniería que asume la dirección
y supervisión de obra. También denunció, que cuando profesionales coracoreños
del rubro reclaman sobre este particular, el Alcalde les responde mal
tratándolos. ¿Qué poder oculto maneja la Municipalidad de Parinacochas? ¿Por
qué el Alcalde no escucha a ingenieros colegiados de Coracora? Tan rápido olvidó
lo que pasó en el puente colgante de Cconchopata, lo que pasó con el programa
de agua para todos, la demolición del mercado como si no hubiera existido otros
espacios que ayuden a descentralizar y promover el crecimiento y desarrollo armónico
de la ciudad y construir uno “nuevo” inconcluso hasta la fecha, etc. ¿eso
no es más de lo mismo? Pero ¿por qué?
Otro grave problema contra la salud pública, que aludió es el relleno sanitario que fue trasladado de
Waccramayo a Sanccarara por la anterior gestión municipal, sabiendo que el
remedio iba ser peor que la enfermedad, siga sin solución a pesar que existen denuncias en la Fiscalía de Coracora, pero además en el despacho
de los Congresistas por Ayacucho, que no hacen nada hasta la fecha y dejan que
continúe el atentado a la salud de quiénes consumen las aguas o se alimentan
con productos irrigados por el río Sanccarara incluyendo a poblaciones de una
parte de Arequipa.
De los errores se debe aprender, pero hay errores que no se pueden
cometer, sobre todo cuando hay profesionales amigos que advierten o lanzan la
voz de alarma, por estar en la misma dirección y sentimiento de quién gobierna por
amor a su tierra natal. La vida es levantarse tras una caída. Analizando como
llegaste a ese punto, y evitando lo que no estuvo a tu favor, para no cometer
otro error al menos que sea diferente. La gente que hace lo mismo una y otra
vez, y encima falla, van por un camino sin metas. Ojala que el burgomaestre
Parinacochano piense, medite y reflexione en la delicada responsabilidad que
asume y sepa escuchar a todos los vecinos, pero sobre todo a los profesionales
coracoreños que se preocupan por el bienestar de sus hermanos y el mejoramiento
de la tierra que los viera nacer.
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