martes, 6 de mayo de 2014

FELIZ DIA MAMÁ

En nuestro país se ha introducido todo tipo de celebraciones. Unas merecidas y otras extravagantes como la idea de sus autores. Lo que nadie puede subestimar, es la celebración en homenaje y honor a la MADRE. Es que Mamá es amor, desasosiego, sufrimiento, indulgencia, ternura, sacrificio, desafío a la adversidad y mucho más. Mamá es un ser bendito, cuyo seno sirvió para que nuestro Dios Todo Poderoso enviara a su hijo Jesucristo y salvar a la humanidad entera. Mamá es un ser bendito que soporta tantas cosas por amor a sus hijos. No hay otro ser más especial que la madre, no hay ni habrá un amor más sincero que el amor de madre. Por eso, cuando expresamos el sentimiento que nos produce la mamá viva o fallecida, las palabras se entrecruzan y se asfixian por la emoción, porque en el género humano no existe un ser, que produzca tanto agradecimiento y gratitud, como la mamá.
A lo largo de los años, cuantas veces las madres habrán dicho: ¡Jesús, María y José! Cuántas veces habrá tolerado la intemperancia de un hombre, el valor mísero del dinero; soportado el dolor indescriptible en cada alumbramiento, alimentado a sus hijos con su sangre; pelado papas, lustrado pisos, etc. y así; cada vez envejecer sin jamás quejarse, más bien solo esperando ver felices a sus hijos. En fin, todo ese cúmulo de sacrificios con un solo objetivo: Cimentar la vida de los hijos y acompañarlos siempre hasta después de muerta. Frente a eso ¿Cuál debe ser la respuesta de los hijos?
Querido hijo: ponte la mano al pecho y reflexiona. Cada día y a cada hora tenle paciencia a tu mamá, compréndela respétala y ayúdale. Nunca jamás la recientas, mucho menos la recrimines ni con la mirada, tampoco dejes de ayudarla, escúchale siempre. Este domingo 11 todos saludares y le diremos ¡FELIZ DÍA MAMÁ! ¿Pero qué significa felicidad? La felicidad no es un camino un deseo o un lugar, no es un abrazo, ni un metal precioso que con dinero se puede comprar y regalar. Felicidad es mil cosas pequeñas y hermosas que cada día el hijo tiene que conquistar para que viendo eso, tu madre sea feliz. La explicación es muy sencilla ¿Si los hijos no son felices, podrán ser felices las madres? Imposible. Hijo, abre tu corazón, conquista la felicidad y ama después de Dios a tu madre aún muerta, respétala, compréndela y apóyala con abundante amor, paciencia y sonrisas, como ella hizo desde que naciste. Si tu madre partió a la eternidad, saca fuerzas para nunca olvidarla. Habrás leído en lápidas..."Yo no he muerto estoy descansando, moriré cuando ustedes me olviden..." ¿Podría un hijo olvidar a su madre? ¿A esa madre que le dio la vida? ¿En qué mente y corazón de persona normal se justificaría el olvido a una madre? Todo hijo está obligado amar a su madre, por eso goza de la bendición divina. Si la olvidas, porque crees que es una carga para ti y perturba tu tranquilidad, te has puesto en el camino de la desgracia.
Oh Madre bendita, criatura predilecta del Señor, tu cubres de ángeles la tierra y tu corazón es la escuela de cada hijo. Por eso y tanto más, mi reverente y afectuoso saludo anticipado a todas las madres en su día, con un caluroso y emocionado abrazo a la distancia.

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