martes, 6 de agosto de 2013

UN GRAMO DE EJEMPLO

Un padre llevó a sus hijos al circo. Al llegar a la boletería, preguntó: ¿Cuánto cuesta cada entrada?
- El boletero respondió: Veinte soles para adultos y niños mayores de doce años. Los niños de once años y menores, pagan diez soles.
- Pues bien: El futuro abogado tiene siete años y el futuro médico doce dijo entonces el padre. Así que supongo que le debo cincuenta soles y le pasó un billete.
- Mientras la joven le daba el vuelto de los cien soles que le alcanzó el padre, miró al niño de doce años, luego le dijo al padre:
- Usted podría haberme dicho que él tenía once años y yo jamás me hubiera dado cuenta. Se podría haber ahorrado diez soles.
-Es posible -contestó el padre-, pero mis hijos sí se hubieran dado cuenta.
Ralph Waldo Emerson dijo en cierta ocasión: Lo que eres habla tan fuerte que no puedo escuchar lo que dices.
Esto es cierto sobre todo mientras los hijos observan y aprenden de sus padres. Los niños son los mejores imitadores del mundo. Copian y repiten todo lo que ven a su alrededor y lo que más ven es la conducta de sus padres.
EN LA PRÁCTICA DEL ARTE DE LA PATERNIDAD, UN GRAMO DE EJEMPLO VALE MÁS QUE MIL KILOS DE SERMONES.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

mostrar siempre