sábado, 8 de septiembre de 2012

REFORMA MAGISTERIAL ¿POR EL MISMO CAMINO DE ERRORES?

Increíble que el gobierno de Ollanta Humala, responda a la huelga de los maestros del Perú de idéntica manera que sus antecesores, presentando un proyecto de ley al Congreso cuyo resultado histórico indica que agravó su situación económica, profesional y social hasta convertirlo en profesionales de última categoría, “muerta de hambre” y foco de subversión.  
-El 1º/04/1941 Manuel Prado responde el reclamo de aumento de haberes de los profesores con la Ley Orgánica de Educación pública 9359 y los agrupa en 3 categorías y 12 clases.  Hasta entonces los profesores constituían la clase privilegiada y ejercían el liderazgo natural de los pueblos. Su Palabra era mandato y su presencia, admiración y respeto. Vestían pulcramente (terno, corbata o vestido) y evidenciaban una personalidad incuestionable. Su autoridad trascendía al ámbito social. Sin embargo su situación económica se hacía insostenible obligándolos a librar largas jornadas de lucha, por eso, se inicia la pérdida de su privilegio social.
-El 13/11/1964 el Gobierno de Fernando Belaúnde responde a una huelga prolongada con la Ley 15215 Ley de Estatuto y escalafón del magisterio Peruano. Aparece un escalafón de 12 clases. Tomó la 8va clase como base para la escala de haberes fijando el haber básico en 4,260 soles. Esta Ley concitó gran expectativa, pero fue como espuma de jabón, se levantó y esfumó en un abrir y cerrar de ojos, por falta de financiamiento, amén de haber generado entre otras, la huelga magisterial más prolongada que duró desde mayo hasta julio de 1978.
-El 29/01/1980 el Gobierno Militar deroga la Ley 15215 y lo reemplaza con el DL.22875, Ley del Magisterio. Agrupa a los maestros en 3 áreas: docencia, administración e investigación y 8 niveles, y para financiar se crea el fondo de fomento educativo, que nunca llegó a constituirse. Esta ley fue otro cruel engaño para el magisterio.
-El 14/12/1984 nuevamente el Gobierno de Belaúnde responde a otra huelga con Ley 24029 Ley del profesorado, reduciendo los 8 niveles a 5 y las 3 áreas a 2. Incrementa una serie de derechos en desproporción a los deberes y el manejo económico. Otra vez se sometía a un absurdo manoseo político la aspiración y destino del magisterio. Las huelgas se intensificaron, exigiendo cumplimiento de esta Ley, pero nadie hace caso.
-El 04/05/1990 el Gobierno Aprista en vísperas de irse, resolvió la prolongada huelga magisterial, aceptando y trasladando los reclamos del SUTEP en la Ley 25212 que modifica  la Ley 24029, convirtiéndolo en irreal e irracional. Por ejemplo el Art.4° facultaba al ejecutivo hacer efectivo el íntegro de los incrementos y beneficios económicos creados por esta Ley a partir de 1°/9/1990, es decir para que cumpla el gobierno siguiente y después de haber causado la peor inflación (más de 2,000%). El resultado no pudo ser otro, el fujichock de Agosto del 90, sepultó por siempre y para siempre los incrementos y beneficios logrados, incluido el 30% por preparación de clases, dejando en la conciencia magisterial más daño irreparable y de resentimiento social.
-El 12/07/2007 se responde a la huelga de maestros iniciada el 5/07 precedida de otra a partir del 18/06 en Junín, Pasco y Puno, con la Ley 29062 Ley de CPM sin debate ni consenso, se aprobó en el Congreso vía Comisión Permanente. En esa época se dijo que había sido un “caballazo” de Mercedes Cabanillas porque a última hora introdujo a la Comisión de Educación presidida por Rafael Vásquez (Nacionalista) un proyecto que no era el que se había debatido por meses en la comisión. En los años de su aplicación, no se puede negar que muchos ingresantes falsificaron documentos, robaron pruebas, copiaban durante los exámenes, conversaban por celular o recibían claves a través de ellos, etc. Además, el Ministerio fue bajando el grado de dificultad de las pruebas para que  entren más profesores que no aprobarían con exámenes más rigurosos. Es más, la Ley de CPM dividió el profesorado, en maestros bien pagados por estar en la Ley 29062 y la gran mayoría pauperizados por estar en la Ley 24029.
La reforma magisterial propuesta por el gobierno de Ollanta Humala, es necesaria para unificar a los maestros en un solo régimen laboral y así, terminar con la ruptura que existe en el profesorado. Pero no como respuesta a la huelga como se hizo históricamente. De ser así, sería incurrir en más de lo mismo. Los maestros reclaman incremento de haberes y pago del 30% por preparación de clases, luego de 7 años de tener congelado sus salarios. El pan que el 2005 costaba 10 centavos ahora cuesta 20 centavos. Ese es el problema, la capacidad adquisitiva del profesor. La ley de reforma magisterial no debe violentarse, requiere debate y consensos que pasen necesariamente por los docentes en forma orgánica (DRE, UGEL, IEs) Los maestros del Perú no son lisiados mentales para imponérseles una ley y que cumplan a pie puntillas. Basta de resolver huelgas con leyes, de dar medicina que resulte peor que la enfermedad, analicen en la historia la ferocidad de esas medidas causantes del fracaso de la educación peruana.
El gran cambio pasa por el diálogo con verdad, el consenso por la paz social y la dignificación de los maestros, agentes fundamentales de la educación, por el desarrollo del país. No se debe soslayar que, el maestro es un grito de fe porque cree en el hombre. Un pregón de esperanza porque siembra lo que otros cosecharán. Un testimonio de amor porque muere un poco cada día para que otros vivan plenamente. Hay que evitar seguir golpeando inclemente el bolsillo de los maestros, si realmente amamos a la patria.

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