jueves, 15 de septiembre de 2011

ERRORES COMUNES EN LA EDUCACIÓN DE LOS HIJOS

¿Educar es un arte? Claro que sí. La labor educativa de un padre es tan delicada como maravillosa, que implica un proceso de aprendizaje sujeto a equivocaciones. A pesar de querer lo mejor para los hijos, no siempre los padres los benefician con ciertas actitudes. Intentaré enumerar algunos errores que son muy comunes en padres primerizos:
1. Autoritarismo: Cuando no hay punto medio. Solo el padre es dueño de la razón. Así conseguirá tener hijos temerosos o miedosos. Sin embargo, el exceso de libertad también es dañino.
2. Decir y no actuar: Es uno de los errores que más cometen los padres sin tener conciencia de su alcance. Se refiere a las famosas amenazas que nunca se llevan a cabo, así como a las promesas que no se cumplen.
3. Desautorizaciones: La madre da una orden y el padre otra distinta. El hijo no sabe en qué dirección marchar ni a qué salida llegar. La falta de unión de criterios, malogra la formación del hijo.
4. Concepto erróneo de la libertad: Permitirle a los hijos hacer lo que quieran, donde quieran, como quieran y la hora que quieran, porque los padres consideran que al establecer lineamientos están impidiendo el libre desarrollo de su personalidad. Educar en libertad es permitir y promover en los hijos la toma de decisiones cumpliendo las normas familiares y distinguiendo el bien del mal, lo que es beneficioso y lo que no.
5. Sobreprotección: Es impedir la autonomía de los hijos. Los padres realizan por ellos trabajos que están en total capacidad de ejercerlos por sus propios medios, pensando evitarles a los hijos todo sufrimiento o dificultad posible. El fruto de la sobreprotección es la inseguridad y la incapacidad de vencer inconvenientes.
6. Llenar vacíos con elementos materiales: La falta de tiempo de los padres para estar con los hijos, se compensa con juguetes, computadoras, celulares, que tienen como fin satisfacer el cariño que los padres no les pueden conceder por sus ocupaciones laborales. Actitud sumamente dañina.
7. No reconocer las limitaciones de los hijos: Negarse a admitir las dificultades que los hijos presentan o exigirles habilidades que no poseen. Genera una serie de contrariedades que perjudican a las dos partes. Muchas veces los padres buscan hacer de sus hijos lo que ellos no pudieron lograr, de forma que sus frustraciones las ven posibles en la vida de sus pequeños.
 8. Comunicación deficiente: Por miedo a tratar con los hijos ciertos temas difíciles de abordar (sexualidad, adicciones, amistades poco convenientes, etc.) y dejan en plena libertad para hallar información de fuentes que distorsionan la realidad y el sentido de las cosas. Muy perjudicial.
Nadie nace sabiendo, ni siquiera los padres. En esta difícil tarea los padres tendrán muchos intentos fallidos para hacer de los hijos personas valerosas, sin embargo deben ser esos tropiezos, oportunidades para detener o modificar conductas inapropiadas, como las señaladas anteriormente. Recuerde que no hay hijos problema, lo que hay, son padres problema. Además sabemos que por el fruto se conoce al árbol. He ahí el reto que asumen los padres. 

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