jueves, 1 de septiembre de 2011

AYACUCHO SUR Y VISITA PRESIDENCIAL

Sin lugar a dudas el gesto de la pareja presidencial de visitar a los distritos de Oyolo, Colta y Pauza, es digno de destacar y reconocer, no solo porque fueron a reencontrarse con sus raíces ancestrales, toda vez que los ascendientes y el padre del Presidente de la república nació en Oyolo y el de la primera Dama en Colta, sino, porque llevaron la presencia moral del estado a uno de los sectores del país y de la región Ayacucho, más olvidados en todos los tiempos y por los distintos gobiernos de turno.
Si se trata de inclusión social esta visita la fortalece. Los hermanos históricamente marginados, creen que el Presidente del Perú, es como Dios que nunca se le ve, ni se le habla frente a frente y con justa razón creen que es imposible darle la mano y que se confunda con ellos. Ese mito se empieza a desmoronar y en su lugar se incrementa la autoestima de los olvidados, factor indispensable para que lleguen a ser lo que deben ser, es decir, activos forjadores del desarrollo de sus hogares, de su pueblo, la provincia, la región y el país. Es más, ahora que han compartido con la máxima autoridad del Perú, el análisis de sus problemas y las probables soluciones, ven en el Presidente de la república un aliado que con toda seguridad, les ayudará a salir del estado de postración social en que viven.
De otro lado, la pareja presidencial tendrá que pasar de los gestos de fineza y gratitud, a la ejecución de obras concretas que tanto requiere Ayacucho Sur, como son, vías de comunicación asfaltadas a las capitales de provincia, afirmadas a las capitales de distrito y carrozables a los anexos y caseríos; construcción de presas y canales de irrigación, apoyo técnico para la labor pecuaria, atención en salud y educación con servicios de calidad, seguridad ciudadana, construcción de infraestructura deportiva y recreativa, etc.  
Si la visita presidencial efectuada, mas adelante no se plasma en obras concretas que tengan que ver con el desarrollo social y económico de la zona sur de Ayacucho, la marginación en ese sector se convertirá en un cáncer social, y acelerará el surgimiento del reniego y la frustración de sus habitantes, caldos de cultivo para la subversión o demencia social. Esta en manos de Ollanta Humala y su esposa reivindicar a los hermanos de Ayacucho sur y de tantos otros lugares análogos del país.

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