En medio año de gestión la señora Alcaldesa de Lima Metropolitana se pierde en su inoperancia y falta de tino para representar dignamente a casi un tercio del electorado nacional. No ha hecho hasta ahora alguna obra que satisfaga la expectativa del vecindario. Por el contrario ha paralizado obras sin concluir dejados por su antecesor y orienta su esfuerzo a situaciones extremas, como la creación de una “zona rosa” la implementación de una ordenanza a favor de homosexuales, lesbianas, trans y bisexuales, llegando a encabezar la Marcha por el Orgullo Gay.
Pareciera que la señora alcaldesa se ha olvidado que ella representa a todos los que residimos en Lima y no solo a un grupo minoritario de gays, bisexuales, lesbianas y transexuales. Debe ser respetuosa con los que le eligieron y no piensan como ella. La opción que tenga, no implica que se ponga al frente de un grupo distinto a la gran mayoría de los vecinos de Lima.
Es impostergable que concluya la construcción de la vía expresa tal como está diseñado en el proyecto original, dando viabilidad a la avenida Paseo de la República que concluye en la panamerica sur. Ciertas áreas públicas destinadas a la vía expresa en parte de Barranco y Santiago de Surco son ocupadas por privados donde han construido viviendas precarias o han destinado a campos deportivos de instituciones educativas privadas ubicados en Surco, como Hiram Bingham, Marcelino Champagnat, Santa Teresita, etc. ¿Quiénes cobran por el uso de estas áreas públicas? ¿En qué se invierte ese dinero en tantos años? Sería bueno que la señora Alcaldes y sus funcionarios esclarezcan estas dudas y ponga orden. No es posible que instituciones privadas que cobran un elevado costo por pensión de enseñanza, gocen de privilegios, como usufructuar áreas públicas.
Animo señora Alcaldesa, usted tiene el reto de demostrar que la mujer, es más vehemente que el hombre en lograr mejores condiciones para una vida digna.
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