lunes, 20 de junio de 2016

SIGUE PROCESO ELECTORAL DE ODIO Y CRISIS DE LIDERAZGO

EL proceso electoral 2016, a mi modesto entender, estuvo teñido de excesiva soberbia, agravios, infamias, odio y falta de liderazgo, que no cesan. El desmedido apetito por el poder sería una de las causas. Nada tan estúpido como vencer; el verdadero triunfo esta en convencer sin sorprender ni engañar, mucho menos destruyendo la dignidad ajena por odio, mal usando la libertad.
Libertad es igual a orden y tiene límites. No somos absolutamente independientes, sino interdependientes. Y poder es consustancial a servir y no a destruir. ¿Qué ejemplo, en nombre de la democracia se les viene dando a los ciudadanos del país? ¿Que competir en una lid electoral es destruir la dignidad del contrincante? En ese caso la democracia sería como un vaso de cristal, si no está limpio el vaso, resultará sucio todo lo que se vacíe en él.
Claramente se aprecia a integrantes de un grupo “político”, que vierten odio a borbotones, antes y después del proceso electoral ¿Por qué? El odio es las ganas de ver muerto al prójimo por ninguna razón en particular. El odio del que quiere asesinarte –no por tus acciones, ni siquiera por tus creencias o tus pensamientos- sino porque no le gusta cómo eres, porque le estorba, porque le agrede que existas. Se puede basar en el miedo a su objetivo, ya sea justificado o no, o más allá de las consecuencias negativas de relacionarse con él. El odio se describe con frecuencia como lo contrario del amor o la amistad. El odio no es justificable desde el punto de vista racional porque atenta contra la posibilidad de diálogo y construcción del bien común. La violencia suele ser una consecuencia del odio. ¿Cómo describiríamos a “políticos” que odian? Y si ese político llegaría a dirigir el país ¿Qué haría?
Los peruanos necesitamos líderes que inspiren confianza, inyecten entusiasmo, envuelvan a los demás en espontánea simpatía, dando poder a su gente. No busca las fallas por el placer sádico de dejar caer el peso de su crítica destructiva o de su autoridad sobre el culpable, sino que arregla las fallas y rehabilita al caído. Da ejemplo, trabaja con los demás, es congruente con su pensar, decir y hacer; su deber es el propio de todos, va al frente marcando el paso. El líder dice vayamos y promueve al grupo a través del trabajo en equipo, reparte responsabilidades, forma otros líderes, parte de los hechos y de la vida del grupo para llegar a los principios, consigue un compromiso real de todos los miembros. El líder hace de la gente ordinaria, gente extraordinaria; la compromete con una misión y la amalgama en la fe de realizar un sueño que le permita la trascendencia y la realización; le da significado a la vida de sus seguidores, un por qué vivir, es un arquitecto humano.
Invoco a los “políticos sectarios”, que nos den ejemplo de valores que tanto necesita el pueblo peruano y pongan fin a los ataques cargados de juicios de valor, infamias, orgullo, envidia, odio, resentimientos, venganza, egoísmo, arrogancia, miedo, timidez; por ser antivalores que  causa daños irreparables principalmente en la conciencia de los niños y adolescentes.


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