El peor fracaso es la pérdida del entusiasmo. Uno de los
enemigos del éxito es la falta de entusiasmo, y habitualmente las personas
pierden el entusiasmo cuando caen en la rutina. Se dice que una rutina es una
costumbre arraigada o un hábito adquirido por mera práctica que permite hacer
las cosas sin que yo pueda razonarlas, algunos la llaman hacer las cosas de
forma automática. No quiero decir que las rutinas son malas o que sean buenas,
todo dependerá de la mirada y el entorno donde te desenvuelvas. Lo que sucede
muchas veces es que cuando entras en rutina pierdes el entusiasmo y no
disfrutas la vida, y al no disfrutar la vida no alcanzas tus objetivos, tus
metas, tus sueños. Muchas personas se quejan que en sus matrimonios o sus
trabajos han caído en la rutina y están viviendo sin entusiasmo. ¿Eres tú
de esas personas que dicen estar cansadas, aburridas, desilusionadas,
fastidiadas? Hay quienes piensan y estoy de acuerdo, que para romper con
la rutina hay que despertar la pasión. Sin pasión o entusiasmo no podremos
lograr nada grande ni extraordinario en nuestras vidas. En cada una de las
personas hay un toque de grandeza que no puede ser activada hasta que activemos
la pasión, hasta que generemos entusiasmo en las cosas que hacemos.
Un entusiasmo genuino es capaz de transformar las
crisis en oportunidades. Te lleva a hacer lo imposible, a esforzarte más por lo
que quieres. Te da inspiración para tu matrimonio o tu trabajo. Una persona
entusiasta puede superar todos los obstáculos o circunstancias que se le
presentan en el camino. El entusiasta es como ese poeta que vive en la poesía. El entusiasmo te guía hacia el cumplimiento
de tus sueños. La falta de entusiasmo te estanca en la vida.
Tú puedes revivir la pasión o entusiasmo respondiendo a las preguntas:
¿Qué es lo que te gusta hacer? ¿Qué quieres hacer en tu tiempo libre?
¿Qué harías si supieras que no vas a fracasar? ¿Cómo puedes hacer tu
matrimonio apasionado? ¿Cómo puedes hacer de tu trabajo un lugar divertido? Si
puedes responderlas te vas a encontrar con la pasión. No tengas miedo de
responderte y ponte en acción. La vida es un viaje para disfrutar.
Jeremías es un profeta que se encontró con muchas
circunstancias en su vida, tuvo sus dudas y sus temores. Sin embargo conocía su
identidad y su misión la cual llenaba de entusiasmo de la siguiente manera: “Al
encontrarme con tus palabras, yo las devoraba; ellas eran mi gozo y la alegría
de mi corazón, porque yo llevo tu nombre, Señor, Dios Todopoderoso.
Hay pasos que necesitas
dar para entusiasmarte:
1. Deja atrás la resignación y la negatividad. Transforma tus
pensamientos “chatarra” en pensamientos de gozo. Llénate de la Palabra de Dios,
prueba que Dios es bueno.
2. Desarrolla una buena imagen de ti mismo. Si te amas a ti
puedes amar a los demás.
3. Planifica donde quieres llegar y donde quieres estar.
4. Enfócate en tus sueños y actúa.
5. Busca una estructura de apoyo. Alguien dijo: “Quien se
junta con águilas vuela alto”.
6. Nunca te rindas. Dios premia la constancia.
Hoy es el mejor día
para comenzar a disfrutar la vida, para llenarte de entusiasmo y contagiar al
mundo con el gozo que Dios ha puesto en tu corazón. Tú puedes alcanzar tus
sueños.