En la empresa minera APUMAYO que opera en ZONA SUR DE AYACUCHO, OEFA ha
encontrado (botadero de desmonte del sector Apumayo) los siguientes “VALORES
DE EXCEDENCIA (…): PH (acides) 5.523,4% mayor al LMP. Sólidos totales
en suspensión 40% mayor al LMP. CADMIO TOTAL 60% mayor al LMP. Cobre total
238.4% mayor al LMP. Zinc total 885.3% mayor al LMP. Hierro (disuelto) 683.5%
mayor al LMP (LMP: Límite máximo permisible) en las muestras que tomó del 20 al
23 de noviembre de 2016. (Hace un poco más de 4 meses)
Consultado diversa bibliografía, presento algunos efectos de los
“valores señalados” para con la vida de quienes dependen de la cuenca del
río Sanccarara:
CADMIO: El Cadmio se acumula en los riñones, donde causa un daño en el
mecanismo de filtración. Otros efectos sobre la salud que pueden ser causados
por el Cadmio son: Diarreas, dolor de estómago y vómitos severos. Fractura de huesos. Fallos en la
reproducción y posibilidad incluso de infertilidad. Daño al sistema
nervioso central. Daño al sistema inmune. Desordenes psicológicos. Posible daño en el
ADN o desarrollo de cáncer.
El Cadmio es fuertemente adsorbido por la materia orgánica del suelo.
Cuando el Cadmio está presente en el suelo este puede ser extremadamente
peligroso, y la toma a través de la comida puede incrementar. Los suelos que
son ácidos aumentan la toma de Cadmio por las plantas. Esto es un daño
potencial para los animales que dependen de las plantas para sobrevivir. El
Cadmio puede acumularse en sus cuerpos, especialmente cuando estos comen muchas
plantas diferentes. Las vacas pueden tener grandes cantidades de Cadmio en sus
riñones debido a esto. Animales que comen o beben Cadmio algunas veces tienen
la presión sanguínea alta, daños del hígado y daños en nervios y el cerebro.
COBRE. La exposición aguda por ingestión del sulfato de cobre puede
producir necrosis hepática y muerte. Algunos efectos de intoxicación son:
hemólisis letal en vacas lecheras a dosis de 38 mg/kg PV. El ganado ovino es la
especie más sensible a la intoxicación, tolera apenas 25 mg/kg PV. Tanto en los
casos agudos como en crónicos la mortalidad se acerca al 100%. En bovinos
consumos de 220 a 880 mg/kg de peso corporal pueden causar la muerte. Altas
concentraciones de sales solubles de cobre conllevan a coagulación proteica e
inflamación severa de mucosa digestiva, si el animal sobrevive desarrollará
hemólisis intravascular. Las muertes rápidas se deben a insuficiencia hepática,
mientras que los decesos tardíos se producen por insuficiencia renal. Puede
generar diversas alteraciones como: anemia hipocrómica, disminuye la tasa de
crecimiento, diarreas, cambios de coloración del pelo o de lana, ataxia
neonatal, alteración del crecimiento, infertilidad temporal e insuficiencia
cardiaca.
ZINC. Demasiada cantidad de Zinc puede causar problemas de salud
eminentes, como es úlcera de estómago, irritación de la piel, vómitos, náuseas
y anemia. Niveles alto de Zinc pueden dañar el páncreas y disturbar el
metabolismo de las proteínas, y causar arterioesclerosis. En el Ambiente de trabajo
el contacto con Zinc puede causar la gripe conocida como la fiebre del metal.
Esta pasará después de dos días y es causada por una sobre sensibilidad. El
Zinc puede dañar a los niños que no han nacido y a los recién nacidos. Cuando
sus madres han absorbido grandes concentraciones de Zinc los niños pueden ser
expuestos a éste a través de la sangre o la leche de sus madres.
HIERRO: Los síntomas que pueden surgir ante un exceso de hierro
son malestar abdominal, náuseas, vómitos, fatiga, debilidad, pérdida de
apetito y de deseo sexual, así como pérdida de vello corporal. También se
manifiesta con dolor articular y falta de energía. A largo plazo, el exceso de
hierro en el organismo puede ser muy peligroso y dañar órganos
esenciales como el hígado, el páncreas, el cerebro, el corazón y demás.
PLOMO: La absorción de plomo es un grave riesgo de salud pública; provoca
retraso del desarrollo mental e intelectual de los niños, causa hipertensión y
enfermedades cardiovasculares en adultos. La intoxicación se debe a la
ingestión accidental de compuestos de plomo o a la ingestión por parte de los
animales de forrajes o alimentos con plomo, procedentes de áreas ambientalmente
contaminadas. El plomo absorbido se distribuye en riñón, hígado, encéfalo y
huesos por semejanza con el calcio. El mayor depósito de plomo son los huesos
hasta por 20 años; interfiere en la función del calcio, inhibe la síntesis de
hemoglobina y causa daño neurológico. Los efectos agudos en sistema nervioso
central consisten en parestesia, dolor y debilidad muscular, crisis
hemolítica-anemia grave y hemoglobinuria. También afecta riñones con oliguria y
albuminuria. Aunque la intoxicación aguda puede causar la muerte, es más
frecuente que el paciente se recupere y presente intoxicación crónica con daño
gastrointestinal, neuromuscular, nervioso, hematológico, renal y reproductivo.
En animales se ha demostrado efecto tóxico sobre los gametos y aumento de la
concentración de plomo en sangre materna, que reduce la duración de la
gestación y de peso al nacimiento de las crías.
ARSÉNICO. En humanos la toxicidad crónica con arsénico causa lesiones en piel
(queratosis, hiperqueratosis, hiperpigmentación) y lesiones vasculares en
sistema nervioso e hígado. Las complicaciones agudas aparecen por exposición a
dosis elevadas y pueden ser letales, sus primeros efectos suelen ser fiebre,
hepatomegalia, melanosis, arritmia cardíaca, neuropatía periférica, anemia y
leucopenia. El arsénico está clasificado en el grupo I de sustancias
cancerígenas por la IARC. Los tipos de cáncer afectan la piel (basilioma y
carcinoma de células escamosas), 149 Biotecnología en el Sector Agropecuario y
Agroindustrial Vol 14 No. 2 (145-153) Julio - Diciembre 2016 pulmón (carcinoma
broncogénico), hemangiosarcoma hepático, linfoma y cáncer de vejiga, riñón y
nasofaringe.
CONCLUSIONES: La presencia de metales pesados en el ambiente y los alimentos de
acuerdo con lo descrito pueden desencadenar diversas intoxicaciones causando
daños irreparables en la salud humana y animal, tan graves como efectos
teratogénicos, cáncer e incluso la muerte. Es importante considerar, que
elevadas concentraciones de dichos metales en el organismo de los seres vivos
alteran los procesos bioquímicos y fisiológicos ocasionando diversas
patologías. Asimismo es prioritario que el ser humano se concientice por
proteger y conservar el ambiente de los enemigos silenciosos “metales pesados”,
antes de que sea demasiado tarde, por ello se requiere con urgencia disminuir
las cantidades de metales pesados en la industria, en la minería, en el sector
agropecuario y más aún, en los casos que no sean de mayor utilidad… ¡TIENES
LA PALABRA!