A
eso de caer y volver a levantarte, de fracasar y volver a comenzar, de seguir
un camino y tener que torcerlo, de encontrar el dolor y tener que afrontarlo. A
eso…, no le llames adversidad, llámale… Sabiduría
A
eso de sentir la mano de Dios y saberte impotente, de fijarte una meta y tener
que seguir otra, de huir de una prueba y tener que encararla, de planear un
vuelo y tener que recortarlo, de aspirar y no poder, de querer y no saber, de
avanzar y no llegar. A eso…, no le llames castigo, llámale Enseñanza
A
eso de pasar juntos días radiantes, días felices y días tristes, días de
soledad y días de compañía. A eso…, no le llames rutina, llámale Experiencia
A
eso, de que tus ojos miren y tus oídos oigan, y tu cerebro funcione y tus manos
trabajen, y tu alma irradie, y tu sensibilidad sienta, y tu corazón ame. A
eso no le llames poder humano, llámale Milagro Divino
A
eso, de que tus ojos estén leyendo este mensaje y que tengas el tiempo para
disfrutarlo, que escuches esa melodía y tengas esa sensación de que el corazón
se ensancha… A eso…, no le llames casualidad, llámale AMOR DE DIOS
DIOS
llega a dónde quiere llegar y como sabe que necesitas de mensajes como
este, Él te lo hizo llegar a través mío. Nunca
dudes de que DIOS siempre te hará llegar lo que realmente necesitas…
“Por
eso les digo: No se preocupen por su vida, qué comerán o beberán; ni por su
cuerpo, cómo se vestirán. ¿No tiene la vida más valor que la comida, y el
cuerpo más que la ropa?
Fíjense
en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin
embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que
ellas? ¿Quién de ustedes, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora
al curso de su vida? Mateo 6:25-27