Los años me enseñaron que cada
uno es lo que quiere ser y de lo que hace para lograrlo. Así, nacemos sin saber
leer ni escribir y muchos nacemos pobres y si no hacemos nada por superarnos no
será raro que muramos analfabetos y pobres y tal vez más pobres de lo que
nacimos. El que quiere superar cualquier situación en la que ha nacido, o en la
que se encuentre, lo hará con solo tomar una decisión firme y hacer un poco de
esfuerzo, algunos sacrificios, proponiéndose objetivos y metas graduales y
alcanzables, realistas, claras y mensurables, que sean un desafío, un sueño con
fecha de vencimiento, algunas para el corto plazo y otras para el largo plazo. Cada
meta alcanzada, por pequeña que ésta sea, el que lo alcanza debe vivirla
intensamente por ser un éxito en su vida y con esa euforia proponerse y
alcanzar otras metas, cada vez con nuevos bríos, fortalecido, lleno de energía
positiva, gracias a lo ya logrado.
El ser humano no actúa
instintivamente para repetir los que sus padres fueron o hicieron. El ser
humano está dotado de fuerza de voluntad, de razón, de inteligencia y de acción
perseverante, para vencer todo mal, obstáculo o circunstancia, haciendo de su
vida, un cúmulo de reiterados éxitos y bienestar. 
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