Vivir con honestidad, significa poner en práctica las
siguientes acciones: -Ser fiel a tus promesas
y compromisos por pequeños que puedan parecer. -Llevar con
claridad el manejo que haces del dinero, sin buscar quedarte con una parte
alterando las cuentas, inventando gastos o argumentando extravíos. -Pagar con
oportunidad las deudas que adquieres. No te escondas ni te molestes por el
cobro. -Alejarse de la
pereza y cumplir con tus deberes, así no tendrás necesidad de dar pretextos o
mentir para encubrir tu falta de responsabilidad. -Hablar siempre
con la verdad. No inventes ni exageres cosas sobre tu persona o sobre los
demás. -No revelar
aspectos negativos de la personalidad de los demás, aunque no te hayan pedido
guardar el secreto, pues podrías caer en la calumnia o difamación. -Aceptar
serenamente los errores y fallas que cometes, así como sus consecuencias;
rectificarte, y si es necesario, ofrecer disculpas. -Evitar criticar
negativamente las normas que existen en tu trabajo, la escuela o cualquier
lugar, con personas ajenas y con poco conocimiento de las circunstancias.
Dirígete al encargado, directivo o autoridad correspondiente. -No tomar ni
utilizar los bienes ajenos sin la aprobación del legítimo propietario, aunque
exista mucha confianza. -Utilizar con
propiedad los instrumentos de trabajo que están bajo tu responsabilidad.
En suma: Cuando un ser
humano es honesto se comporta de manera transparente con sus semejantes, es
decir no oculta nada, y esto le da tranquilidad. Quien es honesto no toma
nada ajeno, ni espiritual ni material: es una persona honrada. Ser honesto
exige coraje para decir siempre la verdad, y obrar en forma recta y clara.
SER HONESTO, es actuar
siempre con la verdad y la justicia. Ser honesto es ser real, es ser
genuino, auténtico, objetivo. La honestidad expresa respeto por uno
mismo y por los demás. La honestidad no consiste sólo en franqueza (capacidad
de decir la verdad) sino en asumir que la verdad es sólo una y que no depende
de personas o consensos sino de lo que el mundo real nos presenta como
innegable e imprescindible de reconocer.
A la persona honesta se puede reconocerse por:
-Ser siempre
sincero, en su comportamiento, palabras y afectos.
-Cumplir con sus
compromisos y obligaciones al pie de la letra, sin trampas, engaños o retrasos
voluntarios.
-Evitar la
murmuración y la crítica que afectan negativamente a los demás.
-Guardar
discreción y seriedad ante confidencias personales y secretos profesionales.
-Tener especial
cuidado en el manejo de los bienes económicos y materiales.
¿COMO RECONOCER A LAS PERSONAS DESHONESTAS?
A las personas
deshonestas se pueden reconocer fácilmente porque engañan a los otros para
conseguir de manera abusiva un beneficio. Cuando alguien miente, roba, engaña ó
hace trampa, su espíritu entra en conflicto, la paz interior desaparece y esto
es algo que los demás perciben por no ser fácil de ocultar. Es muy probable que
alguien logre engañar la primera vez, pero al ser descubierto será evitado por
sus semejantes ó tratado con precaución y desconfianza.
SER DESHONESTO es ser
falso, injusto, impostado, ficticio. La deshonestidad no respeta a la persona
en sí misma y busca la sombra, el encubrimiento: es una disposición a vivir en
la oscuridad. La honestidad, en cambio, tiñe la vida de confianza,
sinceridad y apertura, y expresa la disposición de vivir a la luz,
la luz de la verdad.